El establishment religioso paquistaní rechazó el proyecto de ley que habría frenado el fenómeno de los secuestros con fines matrimoniales. Las minorías protestan: «Se legitima el uso de la coacción y se legalizan los abusos».
En Pakistán, el constante incremento del número de secuestros de niñas menores de edad obligadas a convertirse al Islam y, posteriormente, a aceptar matrimonios forzados ha sido durante mucho tiempo motivo de preocupación para las minorías. Y el pronunciamiento de las autoridades religiosas musulmanas, que en los últimos días han frenado en seco la discusión sobre un proyecto de ley para prohibir las conversiones forzadas, que hubiera puesto fin a estos abusos, no ha hecho más que aumentar la alarma. Es una decisión que se ha tomado de manera autoritaria – denuncian las minorías – sin ninguna discusión con las partes interesadas.
El representante especial del primer ministro paquistaní para la armonía religiosa, Tahir Mehmood Ashrafi, calificó hace pocos días el proyecto de ley en cuestión como una «ley contraria al Corán», y agregó: «Quiero aclarar que no se puede aprobar ningún proyecto de ley contrario a las enseñanzas del Corán, porque la Constitución de Pakistán está sometida al Corán «.
A pesar de que la Constitución pakistaní de 1973 garantiza la igualdad de estatus y oportunidades a sus ciudadanos, la debilidad de los mecanismos de aplicación, la discriminación latente y la actitud permisiva de una cierta franja de la mayoría político-religiosa, permiten la proliferación de delitos como la conversión religiosa forzada.
«El gobierno debe fijar la edad legal para contraer matrimonio en los 18 años y hacer obligatoria la cédula nacional de identidad para solemnizar la ceremonia religiosa». Según los portavoces del Minority Caucus (MC), grupo de apoyo a las minorías, este debe ser el primer paso para desalentar definitivamente a quienes, legitimados por una ley inadecuada, cometen actos de violencia y abuso contra niñas menores de edad.
En la conferencia de prensa contra el rechazo del proyecto de ley que se realizó el 21 de septiembre en el Club Nacional de Prensa de Islamabad, algunos miembros de partidos políticos vinculados a las minorías expresaron su disconformidad con el reciente rechazo: «El derecho a profesar la fe religiosa sin ningún tipo de coacción o influencia es un derecho absoluto garantizado por los instrumentos internacionales en defensa de los derechos humanos de los que Pakistán es signatario», señaló Yasir Talib, subsecretario del MC». Los líderes religiosos musulmanes deberían abstenerse de juzgar la reprobable práctica de las conversiones forzadas sólo a través de la lente distorsionada de su mayoría y, por el contrario, abrirse al diálogo con las minorías religiosas”.
«Pedimos que el gobierno tome las medidas adecuadas para garantizar que las denuncias presentadas por quienes sufren este tipo de abusos se investiguen de manera imparcial y con prontitud, y que los perpetradores sean llevados ante la justicia mediante un juicio justo», advirtió Lala Robin Daniel, activista de derechos humanos y presidente del Minority Caucus.
«Los estudiosos de la religión musulmana deberían apoyar esta ley, no condenarla al ostracismo” – respondió Manzoor Anthony al pronunciamiento de las autoridades religiosas -. “El rechazo de este proyecto de ley equivale a facilitar el uso de la coacción en el ámbito religioso».
de Shafique Khokhar.
ISLAMABAD, Pakistán.
AsiaNews.
23 septiembre de 2021.