Neymar, ¿6,5 millones de euros para ocultar a Jesús? No tanto, pero sí.
La semana pasada trascendió el contrato del futbolista brasileño con el equipo del PSG. Según revelaba El Mundo, tiene un «bonus ético» de 6,5 millones de euros (7.681.992 de dólares americanos, 152.739.275 de pesos mexicanos, 754.752.700 pesos argentinos, 6.016.817.895 pesos chilenos, ….)
En realidad el bono ético no es solo para Neymar, está en los contratos de toda la plantilla y es una práctica más o menos extendida en Francia y otros países que incluye obligaciones como:
«La cortesía, la amabilidad y la disponibilidad con los aficionados, lo que incluye en especial el deber de saludar y dar las gracias a los aficionados antes y después de cada encuentro»
«Comportamiento ejemplar hacia los patrocinadores o rivales, árbitros y delegados, puntualidad y asiduidad a todos los entrenamientos, la prohibición de apostar en competiciones en las que participa el club o incluso el respeto hacia los medios»
Y, también, abstenerse de: «propaganda política o religiosa pública»
Así que es cierto que no es privativo de Neymar, ni se refiere solo a la cinta «100% Jesús» que el futbolista, cristiano evangélico, lucía con naturalidad tanto en la selección brasileña comoo en el FC Barcelona (la FIFA eliminó la inscripción de la foto con la Copa de la Champions para la presentación del Balón de Oro).
Pero es indudable que fue llegar al equipo propiedad del Emir de Qatar y desaparecer la cinta, ¿por 6,5 millones?. Él, que tan impávido se había mostrado con la protesta del COI cuando la lució en 2016 al ganar la prueba olímpica de Río 2016. Qué pena.
Ojalá la explicación fuese simplemente que Qatar es un estado confesionalmente islámico, donde los talibán eran acogidos a la espera de su vuelta a Afganistán y se toman su religión en serio. Al menos no habrían utilizado esta vez «la espada» y Neymar sabría cuál es el precio.
¿Cuál es el tuyo? Como se dice en el mundillo de Internet, cuando el producto es gratis, el precio eres tú (Mt 10, 33). Así que nada de rasgarse las vestiduras. «Gratis» negamos o escondemos al Señor todos los días y muchas veces y no solo ‘por dentro‘. No, no me refiero a políticos o eclesiásticos, aunque también. El escapismo de transferir responsabilidades es estéril. Ni políticos, ni eclesiásticos vienen de otro planeta. E incluso los primero están ahí porque se les vota.
Una tradición cuenta que San Pedro después de negar al Señor no corrió la misma suerte que Judas porque de camino se encontró con la Virgen. Me parece un buen propósito para el principio de curso.
Por Juanjo Romero,
InfoCatólica.