Aunque es cierto que la crisis que generó el virus covid-19 golpea de forma grave a los templos católicos, se reconoce una escasa participación de los fieles; ello, debido a que un sector de sacerdotes y obispos han abandonado a su pueblo, así lo expuso el Padre Santiago Martín, al tiempo que exhortó a los religiosos a hacerse un examen de consciencia para “cerrar esta llaga, porque lo poco que le queda a la Iglesia se está desangrando”.
En el vídeo, con duración de 10 minutos. Analizó la desafección de muchos católicos hacia la jerarquía, lo que se traduce en el alejamiento de los templos.
¿Han defendido los pastores los derechos de los fieles ante las decisiones sobre el culto, casi siempre unilaterales, de las autoridades civiles? Es la pregunta que, evocando la figura de Antonio Rosmini (1797-1855), se planteó el sacerdote.
En ese contexto, recordó al sacerdote Antonio Rosmini -(1797-1855)-, quien publicó un libro que causó sensación y un gran revuelo en su época: Las Cinco Llagas de la iglesia, explicó, que fue una tesis en el marco de la crisis modernista, que fueron malinterpretadas y manipuladas por algunos, lo que llevó a esa obra y a su autor a ser condenado por la Iglesia.
“Rosmini siempre se sometió a la jerarquía; pasó el tiempo y San Juan Pablo II, rehabilitó al autor y a la obra, poniéndole como ejemplo de su encíclica: Fides et ratio, como ejemplo del diálogo entre la fe y la razón, y después Benedicto XVI, lo beatificó”, subrayó.
Comentó que “Las Cinco Llagas de la Iglesia”, tienen un principio y un arranque: la primera, la separación entre el clero y los fieles, especialmente en la liturgia.
Detalló que “esa llaga está más abierta que nunca 200 años después y que debemos interpretarlo a la luz de lo que está sucediendo con el Covid-19 y lo que está haciendo la Iglesia con la epidemia.
Expuso como ejemplo el caso de Valladolid, España.
“En Castilla, el gobierno regional prohibió que vayan más de 25 personas; da igual si esas personas ingresarán a la hermosísima Catedral que tiene esa capital, o si van a hacerlo en una pequeña Iglesia de barrio: 25 personas al margen de la amplitud del templo; otro caso, en el norte de España, en una pequeña aldea de 3 habitantes, el ayuntamiento de la zona ha prohibido que se celebren misas por riesgo, cuando tiene 3 habitantes”.
Planteó el escenario de que los 3 habitantes vayan a la Iglesia (…). Es verdad que el Arzobispo de Valladolid, el cardenal Ricardo Blázquez Pérez, protestó en este caso y ha dicho que la medida del Gobierno ha sido injusta, pero también es cierto que la impresión generalizada es que la jerarquía los pastores no han hecho lo suficiente para defender los derechos de los fieles a ir a misa o a ser atendidos al menos con los templos abiertos y con la debidas condiciones de todo tipo de la comunidad.
“Hay cosas que prefiero pensar que seguramente que no son verdad, pero que lo son, tienen una gravedad”,
lamentó.
Otro caso, amplió, es el de “la ministra de Salud de Perú, quien refirió que los obispos ni siquiera le han pedido nunca que se abran los templos; puede estar mintiendo, pero tampoco se conocen intentos de sus obispos (…).
Comparó el caso de los centros nocturnos en España, en los que ante la prohibición por las medidas sanitarias y distanciamiento social, la asociación que los agrupa los defiende y les exige a las autoridades su reapertura, “los obispos deberían hacer lo mismo, no digo que la iglesia es un sitio que tuviera que convertirse en una especie de oposición levantista y llamar a los fieles a la desobediencia civil y acudir a los templos aunque hubiera órdenes que estuvieran cerradas, pero por los pastores deberían estar a la altura de las circunstancias y no lo han hecho”.
Preocupado, dijo:
“Muchos fieles pudiendo asistir a misa, no van. Seguramente porque se les ha dicho que se puedan contagiar (…).
Además, argumentó que no hay un solo caso documentado por concepto de contagio de algún fiel dentro en una Iglesia.
La Iglesia rica de Alemania, debe reflexionar futuro de colectas
En ese contexto, sostuvo que en Alemania, la Arquidiócesis de Polonia, una de las más ricas del mundo, anunció que en 10 años, de 500 parroquias que tienen ahora, van a pasar a 50, o al máximo 60 parroquias, y seguramente podrán sostener a sus clérigos en sus retiros porque asegurado el impuesto religioso.
Sin embargo, llegará un momento en que les preocupará, pues si no van a los feligreses a misa quién va a dar la colecta. Concluyó.