En respuesta al motu proprio papal Traditionis custodes, el arzobispo de San Francisco, Salvatore Cordileone, ha anunciado que todos los meses se celebrará una misa fija según la Forma Extraordinaria en la mismísima catedral.
Cordileone ha tomado nota, sobre todo, de un aspecto clave del documento papal, precisamente el que justifica las dos primeras palabras que forman su nombre: los obispos son, verdaderamente, los guardianes de la tradición. Y en ellos delega Su Santidad la facultad de aplicar las restricciones que impone implacable a la celebración de la Misa Tradicional.
Así que el arzobispo de San Francisco ha asumido la responsabilidad. Su primera reacción, al día siguiente de promulgarse el documento, Cordileone dejó claro en un mensaje a los fieles el aprecio que siente por la comunidad de asistentes a Misas Tradicionales de su archidiócesis y les confirmó que no verían alteradas en absoluto sus celebraciones.
Y ayer instituyó una Misa Tradicional en Latín cada mes en Nuestra Señora de la Asunción, catedral de San Francisco y ha dirigido a los fieles en una Letanía de Reparaciones por los abusos contra la Sagrada Eucaristía.
La Misa mensual se celebrará los Primeros Viernes a las 3 de la tarde, “una hora señalada para esta misa, rememorando el momento en que Nuestro Señor Jesucristo murió para salvarnos del pecado y de la muerte”. La primera de las Misas, el próximo día 4, cae en la Festividad de Santo Domingo, así que se celebrará según el rito dominico.
Cordileone señala que ha decidido instituir esta Misa en respuesta “a las peticiones de los fieles y a la abrumadora respuesta a la primera Misa en Latín que se celebró en julio”.
Por CARLOS ESTEBAN,
Infovaticana.