El 17 de julio el obispo de Leeds (Inglaterra), monseñor Marcus Stock, de 59 años, ordenará sacerdote a Christopher Butler, un ex enfermero.
Butler publicó en las redes sociales que mantuvo una relación homosexual, reconocida por el Estado, con el fallecido Alan Sumner, al que llamó un “compañero de vida”.
La diócesis de Leeds aseguró en el sitio web ChurchMilitant.com que Butler se ha “convertido radicalmente para seguir a Jesucristo” y se ha comprometido a llevar una vida de castidad, aunque no ha hecho ninguna declaración pública al respecto.
El diácono Nick Donnelly explica que la homosexualidad es una inclinación a actos de grave depravación, y que la pertenencia activa al movimiento homosexuales es como ser adoctrinado en una secta adictiva de la que es muy difícil liberarse, psicológica y socialmente.
Según Donnelly, la “actitud laxa” de algunos obispos ingleses con respecto a la subcultura homosexual “hace muy difícil que los seminaristas y sacerdotes afectados rompan con este estilo de vida moralmente destructivo”.
El predecesor de monseñor Stock en Leeds fue el arzobispo Arthur Roche, el anticatólico prefecto de la Congregación para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos.
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