Si Francisco restringiera la Misa Romana sería un “abuso de poder”, dijo el obispo Schneider en una vídeo-entrevista del 9 de julio y publicado en la página web @CatholicHack.
Obligar a los sacerdotes a presidir el Nuevo Rito sería para Schneider una “violación de la espiritualidad”. Él no cree en la afirmación de Benedicto XVI de que la Misa romana [que es de origen apostólico] y el Nuevo Rito de 1970 sean “dos formas” del mismo rito [si no, el Nuevo Rito no habría sido llamado “nuevo”]. Schneider los llama “dos ritos diferentes” porque hay “grandes diferencias”.
Él explica que la concelebración nunca fue considerada como un requisito para mostrar “unidad”. En consecuencia, nunca se les pidió a las Iglesias orientales que concelebraran con ese fin. Una obligación de concelebrar “contradiría toda la historia de la Iglesia y la ley de la liturgia”, dice Schneider.
Según él, obligar a la Fraternidad Sacerdotal de San Pedro (FSSP) a copresidir en el Nuevo Rito llevaría a algunos de sus miembros a unirse a la Fraternidad Sacerdotal de San Pío X (FSSPX) que fue fundada por “un hombre santo, un hombre de Dios”.
Dado que Benedicto XVI levantó la excomunión de los obispos de la FSSPX, y que Francisco concedió a los sacerdotes de la FSSPX la facultad de oír confesiones, es “difícil” para Schneider decir que estos sacerdotes están “fuera de la Iglesia o son cismáticos”, ya que poseen facultades ordinarias para oír confesiones “otorgadas por el propio Papa”.
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