Fue declarado culpable de abuso sexual agravado en perjuicio de Yair Gyurkovitz, de 25 años, y de Valeria Zarza, de 47 años, su asistente personal, y de abuso sexual simple de Jonatan Alustiza, de 26 años, los tres ex miembros de la comunidad de Rosa.
Los abusos fueron perpetrados en 2005 y 2013. El fiscal había pedido 22 años, la defensa la absolución. Gyurkovitz declaró ante el tribunal que ingresó a la Orden en 2010, a los 14 años, y que fue abusado homosexualmente en 2012 por el padre Felipe (Nicolás Parma). En 2014, Gyurkovitz se lo comunicó a Rosa. Rosa le pidió perdón y se convirtió en su guía espiritual.
Posteriormente, Rosa empezó a pedirle que se bajara los pantalones para permitirle examinar si sufría de varicocele, una enfermedad testicular. Gyurkovitz dijo que al principio se sintió muy avergonzado, pero que luego los tocamientos “se convirtieron en algo natural”, ya que “confiaba” en Rosa. Curiosamente, afirmó que sólo se dio cuenta de los abusos cuando conoció a un ex miembro que había presentado denuncias contra la Congregación.
Después de la sentencia, Rosa -que desde 2016 se encontraba bajo arresto domiciliario en un hogar de ancianos por razones de salud- fue detenido y trasladado a la enfermería del penal de Villa las Rosas, situado en Salta.
Según un psicólogo que lo evaluó, Rosa tiene una intelectualidad superior, una doble personalidad y posee características de rasgos psicopáticos e histriónicos, con un perfil servil y dominante.
El Vaticano suprimió los Hermanos Discípulos de Jesús en junio de 2019. Rosa había fundado el grupo en 1986. Tenía 19 filiales en Argentina, México, Chile, España y Palestina.
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