En su abominable esfuerzo por legalizar la pena de muerte prenatal, el aborto, el progresismo argentino no pudo impedir que saliera a la luz que detrás de su militancia a favor del aborto ha estado presente el apoyo de organismos internacionales, privados y para guber-namentales, no sólo comunicacionalmente, sino también crematística y financieramente. En concreto, fue la británica International Planned Parenthood Federation (IPPF) quien mediante su política imperialista demográfica apoyó la larga campaña iniciada en el 2005 en Argentina para que a finales de 2020 se impusiera la nefasta ley criminal, a través de personajes e institucionales vernáculas.
Esto no sólo lo supieron dar a conocer quienes militaron activamente en el ámbito de la defensa de la vida humana naciente, sino que la misma organización imperialista se encargó de reconocer explícitamente este apoyo, inmediatamente después que se sancionara la ley, el 30 de diciembre del 2020. Ese día no sólo manifestó su beneplácito y regocijo por la sanción de la ley abortista por el Parlamento argentino, sino que reconoció además que ella misma había sido la principal impulsora de la ofensiva abortista, durante 15 años: “IPPFWHR ha nutrido un ecosistema de organizaciones y activistas feministas durante más de 15 años que contribuyeron a hacer posible el día de hoy. IPPFWHR apoya directamente a siete socios en Argentina, quienes a su vez subvencionan fondos a otras 20 organizaciones de base de todo el país. Se han unido en torno a actividades compartidas, como el asesoramiento a los responsables de la formulación de políticas y asegurando que una sólida comunicación a favor del derecho al aborto permanezca prominente en el discurso público. También están planificando activamente cómo apoyar mejor la implementación de la nueva ley”[1].
Las “7 Hermanas” beneficiadas con este aporte directo de la multinacional antinatalista y abortista son: -Casa FUSA, Católicas por el Derecho a Decidir, CEDES (Centro de Estudio de Estado y Sociedad), Asociación Civil Pro Amnistía (razón social de Amnistía Internacional en la Argentina), Fundación Huésped, CELS (Centro de Estudios Legales y Sociales) y FEIM (Fundación para el Estudio y la Investigación de la Mujer, creada por la doctora Mabel Bianco)[2].
En otras palabras: la promoción y legalización del aborto en Argentina ha sido una política imperialista impulsada y subsidiada en gran parte por una organización extranjera, específicamente una multinacional británica, presente en 147 países. Ejecutada con el apoyo y colaboración de organizaciones “nacionales”, en una clara acción de cipayismo.
Pero como bien dice la página web citada, no sólo se trató de lograr la sanción de la ley, sino también de mejorar su implementación y de asegurar una sólida comunicación a favor del derecho al aborto para que permanezca en el discurso público.
Esto explica por qué en estos días la genocida y falsa “organización no-gubernamental” recurrió a la colaboración rentada de cipayos vernáculos para que elaboraran un informe de inteligencia destinado a “exponer” a la “derecha argentina” que llevaría adelante una “reacción conservadora y antidemocrática” que se opone al aborto, como si matar al hijo antes de que nazca fuese un derecho, cuando en realidad se trata de un “derecho” inexistente inventado por uno de los hombres más paradigmáticos de la oligarquía financiera mundial, depredadora y genocida[3]. Publicación que fue sacada de Internet a las pocas horas de haber sido publicada, a causa de las reacciones adversas que generó.
Fue la principal impulsora “argentina” del informe de inteligencia la periodista Ingrid Beck, quien reconoció sin pudor alguna que los fondos para llevar a cabo la tarea “investigativa” fue la misma IPPF, en su cuenta de Twitter, el 13 de junio a las 3.13 p.m, confirmando lo que se había explicitado en el informe de inteligencia ahora “desaparecido”.
La periodista investigadora dirige una consultora de comunicación, Magenta, con la cual realizó campañas para Amnistía Internacional Argentina y Fundación Huésped, ambas vinculadas con la IPPF, la cual subsidia también al CELS (Centro de Estudios Legales y Sociales), uno de los siete centros beneficiados con fondos para la promoción del aborto en Argentina. Como se puede apreciar, toda esta ofensiva imperialista abortista tiene como eje integrador a la IPPF.
Pero la señora Ingrid Beck no sólo vive de subsidios aportados por un organismo extranjero, sino que además sus ingresos en el ámbito “privado” provienen de medios de comunicación –Letra P, Radio con Vos, Radio AM870, que funcionan gracias a aportes estatales. Lo que significa que en definitiva el 100% de los ingresos de Ingrid Beck en Argentina provienen del Estado nacional[4].
En otras palabras: la “larga marcha” del proceso de legalización del asesinato prenatal (aborto) en Argentina fue patrocinada financieramente por una institución para gubernamental británica, IPPF, que contó con el aporte de socios y cómplices “argentinos”, en un verdadero acto de colaboracionismo cipayo, al servicio de las potencias extranjeras que sustentan anualmente la labor genocida de la multinacional abortista.
Decimos que IPPF no es una organización no-gubernamental, sino paragubernamental, ya que más del 70% promedio de sus presupuestos anuales se subsidian con aportes de los gobiernos de países altamente desarrollados, tal como se puede apreciar en los respectivos informes: Alemania, Australia, Bélgica, Canadá, Corea del Sur, Dinamarca, Finlandia, Francia, Holanda, Japón, Malasia, Nueva Zelanda, Noruega, Reino Unido, Suecia, Suiza, Tailandia y… República Popular de China.
En los últimos l6 años, el porcentaje de aporte estatal-gubernamental en el presupuesto de la IPPF ha sido de a) 74,58% en el año 2005, b) 71,87% en el año 2006, c) 71,93% en el año 2007, d) 76,51% en el año 2008, e) 69,46% en el 2009, f) 71,35% en el 2010, g) 69,24% en el 2011, h) 61,57% en el 2012, i) 74,04% en el 2013, h) 71,85% en el 2014, i) 67,66% en el 2015, j) 60,39% en el 2016, k) 86.69% en el 2017, l) 84.17% en el 2018, m) 88,18% en el 2019.
Y entre los aportantes privados de IPPF -que a su vez se nutren de fondos gubernamentales y estatales- se encuentran Melinda & Bill Gates Foundation, Open Society Foundation, Merck Sharp & Dohme Corp, The William And Flora Hewlett Foundation, David & Lucile Packard Foundation.
Y como si ello fuera poco, también hacen su aporte organismos internacionales como la Unión Europea, la Organización Mundial de la Salud, el Fondo de Actividades de Población para Naciones Unidas (UNFPA), Mujeres de Naciones Unidas.
En definitiva, para imponer la legalización del asesinato prenatal en el país, progresistas como Ingrid Beck y sus colegas vigilantes han recurrido al patrocinio de una de las más nefastas organizaciones internacionales genocidas, de matriz británica. Son los actuales colaboracionistas del imperialismo demográfico depredador británico, como lo fueron los pasados unitarios y liberales de la historia argentina, que no dudaron en ponerse al servicio de las finanzas británicas en el Río de la Plata. Gracias a ellos, la IPPF y los intereses geopolíticos británicos que representa puede tener sometida a la Argentina
[1] En https://www.ippfwhr.org/resource/argentina-becomes-largest-latin-american-country-to-legalize-abortion/. IPPFWHR se refiere a una de las ramas de la organización, la Región del Hemisferio Occidental.
[2] Ver https://kontrainfo.com/planned-parenthood-festejo-la-legalizacion-del-aborto-en-la-argentina-y-revelo-como-financio-durante-15-anos-a-los-referentes-de-la-campana/
[3] En https://www.reacciónconservadora.net
[4] Ver https://argentinatoday.com/2021/06/15/quien-es-ingrid-beck-la-periodista-feminista-que-uso-plata-de-planned-parenthood-para-hacer-una-lista-negra-de-la-derecha-argentina/