Cuando ya han pasado casi dos semanas desde la histórica visita del Papa Francisco, Irak está experimentando un pico de contagios de coronavirus con cifras récord y una tasa de incidencia que, según los expertos, resulta «inusual». Un acontecimiento pequeño, con un número limitado de participantes tanto en las celebraciones como en las reuniones públicas, atrajo la atención de miles de personas, cristianos y musulmanes, dando lugar a inevitables concentraciones.
Según los datos oficiales facilitados por el Ministerio de Salud, el 17 de marzo había 5.663 nuevos casos positivos al virus y 33 muertes en una nación de unos 40 millones de habitantes que desde hace más de una década lucha contra la escasez y la falta de medicamentos, médicos y hospitales.
En declaraciones a AsiaNews, Mons. Basil Yaldo, auxiliar de Bagdad y estrecho colaborador del Patriarca Louis Raphael Sako, dijo que «las cifras no están lejos de lo normal. Desde hace tiempo que se registran más de 4.000 casos, así que no hubo una gran variación» luego del viaje apostólico. Además, señala el prelado, «en Jordania ha habido un crecimiento aún mayor, muy notable en relación con la población y mucho mayor que en Irak, donde, es cierto, debemos reforzar los tests y el seguimiento de las cadenas de contacto. Al fin y al cabo -concluye- el Covid-19 se ha convertido en parte de nuestra vida cotidiana. Antes, la gente tenía mucho miedo, ahora saben que es un elemento como otros, al que hay que enfrentarse».
Desde que comenzó la pandemia de Covid-19, se han producido 768.352 casos del nuevo coronavirus y 13.827 víctimas. Según las cifras facilitadas por el Ministerio de Salud, cada día se realizan unas 40.000 tests de diagnóstico, un número que, según los expertos, es demasiado pequeño en una nación que cuenta con varias ciudades de más de dos millones de habitantes, donde la densidad de población es alta y la promiscuidad constituye una regla en el entorno, especialmente dentro del hogar.
Además de la falta de medicinas, médicos y equipos para tratar a los enfermos, hasta el punto de que muchos infectados prefieren conseguir tubos de oxígeno y quedarse en casa en lugar de acudir a los hospitales, también hay un suministro muy limitado de vacunas. Hasta ahora, Irak ha recibido apenas 50.000 dosis de la empresa china Sinopharm, que llegaron al país en la víspera de la visita del Papa.
El gobierno tiene la intención de comprar 16 millones de dosis, pero la operación ha quedado bloqueada porque el Parlamento no aprueba el presupuesto para el 2021.
Hay que resaltar que en las reuniones y celebraciones por la visita papal, era raro ver a las personas llevando mascarilla u otros equipos de protección personal. Recientemente se introdujo un reglamento que exige su uso, pero hasta ahora la norma fue desatendida en la mayoría de los casos.
Bagdad.
AsiaNews.