Resulta que los hombres del Foro de Davos también le tienen miedo al virus -quede claro que no lo han creado ellos- y entonces han fechado su convención anual para el verano, en lugar de para enero, que es lo previsto.
Alguien ha dicho que el motivo es que no se les ocurre nada, una calumnia. De hecho, los poderosos de Davos todos los años perpetran su aquelarre… y jamás se les ha ocurrido nada. Pero el caso es que los poderosos del dinero y de la política se pegan por participar en la tenida.
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Y como no se van a reunir nos han alegrado la navidades con un vídeo sin igual, portentoso, uno de esos vídeos que no tienen desperdicio (dura poco más de un minuto). Estas son las previsiones de los chicos de Davos para el futuro próximo, mismamente para 2021.
1.No poseerás nada. En propiedad se entiende. Lo alquilarás todo. Eso significa que alguien lo poseerá todo por ti. Sea un Gobierno o una corporación empresarial anónima, lo harán todo por tu bien.
Tú sólo tienes que renunciar a la propiedad, que es renunciar a la libertad, porque sin propiedad privada no hay libertad… tampoco para renunciar a ella. En cualquier caso, el globalismo no es sino una alianza entre socialismo y capitalismo, dos modos del Estado Servil que definiera Hilaire Belloc. A fin de cuentas, ¿qué más me da que todas las tierras del Condado sean del Estado o sean del duque de Sutherland? El caso es que ni un pedacito es mío.
2.“Estados Unidos no será la primera potencial mundial”. No lo dicen pero todo indica que apuestan porque China ocupe su puesto, con lo que el comunismo habrá triunfado en el mundo, sin necesidad de una tercera guerra mundial.
Y me atrevo a hacer una predicción: China será superada por la India. ¿Por qué? Pues porque, al final, lo que se impone en el gobierno de los pueblos es la cultura dominante, es decir, la religión. China no es cristiana sino panteísta, y el origen del panteísmo no está en China sino en la India.
Y no, a Estados Unidos no lo sustituirán “un grupo de países” sino la nueva ideología dominante: podríamos llamarla ecopanteísmo y su gran enemigo es la Iglesia de Cristo.
3.Tercera propuesta: no tendrás que donar órganos porque los fabricaremos. Aquí Davos entra en el maravilloso mundo del trashumanismo, que no solo es maquinismo sino también la elevación del hombre -por lo general autoelevación- a la posición de Dios. El hombre creador, para entendernos. Porque, oiga, lo trashumanismo se explica en las tapas de yogur. Se trata del anhelo oculto del ser humano, de la viejísima teoría del nuevo hombre: la eternidad. O sea, el mito de la eterna juventud, que como todos los sueños de la razón produce monstruos.
Durante generaciones hemos creído que el enemigo de la democracia era el comunismo, pero ahora resulta que la meca del capitalismo, el Foro de Davos, es quien pretende acabar con la democracia
4.Vegetarianismo, veganismo, animalismo. Asegura el vídeo de Davos que comeremos menos carne. Con lo que uno disfruta de los huevos con chorizo…
Pocas bromas: no estamos ante una excentricidad de los ricos de Davos, sino ante un elemento vital del Nuevo Orden Mundial: no podremos comer jamón porque el cerdo está a nuestra misma altura, la persona no puede ingerir productos lácteos porque eso es canibalismo de la vaca. Si pudieran, no podríamos comer alimento alguno, porque no valemos más que un pollo o una coliflor. Cosificar a las personas y personificar al planeta. No, el veganismo no es una tontería, es la devastación.
Además, todo ello parte de aquello de que somos lo que comemos. Lo serán ustedes señores de Davos.
5.Unos 1.000 millones de personas se desplazarán por el cambio climático. Yo pensé que migraban, o bien huyendo de la violencia o bien huyendo de la miseria. Pero miren por donde, ahora es por el cambio climático. La migración otro mito progre.
Naturalmente Davos nos pide que les acojamos. Ni que decir tiene que proceden de las zonas tiranizadas del planeta y llegan al Occidente libre. Ojo, no porque el NOM quiera ayudar al Tercer Mundo sino porque quiere fastidiar a Occidente.
Pero donde quiebra el argumento de la acogida al emigrante es en esto: la migración es mala por sí misma. Al Tercer Mundo hay que ayudarle en origen, para que no se vean obligados a emigrar a un mundo desconocido.
6.Volvemos al planeta: las empresas tendrán que pagar por emitir dióxido de carbono. Pero queridos davoditas, si eso ya lo hacen. Y todos nosotros, los particulares, también pagamos. Es más, la factura de la energía verde, cara e ineficaz, es la que ha hundido a la economía occidental.
7.La humanidad podrá viajar a Marte. Y lo hará aunque no quiera porque en el Nuevo Orden primero se propone pero si no lo aceptas, se impone.
De esta nueva frontera ha surgido -no en el vídeo, pero sí en la rumorología Davos- la aceptación de los ovnis por parte de la modernidad, un fenómeno que merece investigación aparte: Davos insinúa que al hombre no le queda mucho para encontrase con alienígenas. Esto de la progresía y el globalismo empieza a ponerse divertido.
Lo digo porque las revelaciones privadas actuales, acerca del signo de estos tiempos y en particular sobre el juicio de las naciones, coinciden en que la degradación moral acelerada de la humanidad -para eso no hace falta ser profeta- coincidirá con unos seres presuntamente extraterrestres con los que algunos humanos entablarán relación.
Para esas revelaciones privadas estos seres no serán sino mezcla de demonios y hombres o, si lo prefieren, espíritus malignos corporeizados. Para Davos serán extraterrestres. A mi me parece mucho más plausible lo primero.
Pero dejemos eso, porque el vídeo de Davos, es cierto, no habla de extraterrestres. Al menos en este vídeo de predicciones para 2021.
Cosas veredes amigo Sancho: Davos, arquetipo del capitalismo, lanza un ataque contra la propiedad privada. Es lógico
8.Los valores occidentales serán puestos a prueba. Al fondo, una imagen de McDonald’s, porque Davos es otra conquista del Nuevo Orden Mundial, en versión sólo para ricos… y no le agradan mucho las hamburguesas Mc. En eso coincidimos.
Ahora bien, ¿cuáles son esos valores occidentales? Pues los principios cristianos de siempre, los de la civilización cristiana del Occidente cristiana.
En el lenguaje de los poderosos, cuando se dice que algo debe ser puesto a prueba significa que ese algo ya ha sido probado, condenado… y debe ser eliminado. Es decir, lo que está diciendo Davos es que el Occidente cristiano debe ser eliminado y con él, la cosmovisión cristiana de la existencia.
Ojo, esos mismos valores cristianos son los que sustentan las democracias occidentales y Davos no se corta un pelo en poner en solfa esas democracias, cuyos criterios deben ser “considerados”. Es decir, reconsiderados. Es decir, anulados.
Y esto es bello e instructivo, porque durante varias generaciones la mayoría hemos creído que el enemigo de la democracia era el comunismo, y ahora -no leímos con suficiente atención el precitado Estado Servil, de Hilaire Belloc- resulta que la meca del capitalismo, el Foro de Davos, es quien pretende acabar con la democracia. ¡Qué cosas!
No es por resultar pesado pero estoy hablando de Davos, una cosa moderna donde acuden políticos de izquierdas y de derechas, banqueros, empresarios y sindicalistas, intelectuales y ONG, científicos y expertos en arreglar el mundo. Lo mejor de lo mejor. En los mentideros políticos y financieros madrileños, todo el mundo sabe que si no has estado en Davos, eres un pringao, un donnadie.
Al final, como alguien dijo de ellos, no se les ocurre nada para solucionar el problema del hambre en el mundo. Es lógico, a fin de cuentas, los chicos del Nuevo Orden Mundial nacieron ricos o lo son ahora porque son poderosos, y los ricos y poderosos, no pueden comprender por qué cuando la gente tiene hambre, no toca la campanilla para que acuda el servicio con unas sabrosas viandas.
Por lo demás, resulta enternecedor contemplar a gente podrida de dinero o envanecida por el poder -que es peor- preocupada por los pobres, aunque sea bajo su vetusto principio de que la mejor manera de acabar con el hambre es reducir el número de hambrientos, particularmente antes de nacer.
En cualquier caso, no deja de tener gracia que el capitalista Davos adopte la Agenda 2030, ahora mismo el principal instrumento NOM, con sus derivas de ideología de género, ecologismo, pacifismo, veganismo, amor por lo público, globalismo, etc., etc., etc.
Con información de Hispanidad/Eulogio López