En una reacción que podría tomarse como de guerra comercial, el Partido Comunista de China (PCCh) pidió la suspensión de la vacunación contra el virus PCCh con los productos de Pfizer, argumentando que “no son tan buenos como se esperaba”.
Luego de que el Instituto Butantan de Brasil reportara que la eficacia de la vacuna Sinovac, de origen chino, fuera tan solo del 50,4%, los medios del PCCh iniciaron el desprestigio de las vacunas de sus competidores, según Breitbart del 15 de enero.
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Aquí se incluirían las vacunas estadounidenses de Pfizer y Moderna. Específicamente el PCCh pidió la prohibición de la vacuna de Pfizer a la que se atribuyó la probable muerte de 23 noruegos ancianos.
Anteriormente Brasil había reportado la aparición de efectos adversos cuando uno de los voluntarios falleció, luego de recibir una de las vacunas de origen chino, el 9 de noviembre.
Una dificultad es que a pesar de los anuncios de que las vacunas de Oxford tienen el 70% de efectividad y las de Pfizer y Moderna el 95%, las grandes variaciones presentadas en la metodología de los ensayos de un país a otro no ayudan a compararlas con claridad, señala BBC.
Igualmente, las diferencias en los criterios utilizados para medir los niveles de protección de las vacunas confunden aún más.
Por otro lado, la vacuna del PCCh, conocida también como CoronaVac causa preocupación porque los fármacos desarrollados en China no estén sujetos al mismo escrutinio público que las alternativas estadounidenses y europeas, de acuerdo con Reuters.
En este sentido no le resulta favorable a Sinovac el tener un historial de sobornos a los funcionarios del PCCh encargados de la aprobación de sus productos.
Entre el 2002 y el 2011, el administrador, Yin Weidong, entregó más de 83.000 dólares en sobornos a Yin Hongzhang, un funcionario regulador de vacunas para “acelerar el proceso de aprobación” de las certificaciones de vacunas de Sinovac.
Mientras que Weidong no sufrió ningún castigo, Hongzhang fue condenado a 10 años de cárcel al descubrirse que había recibido sobornos de 8 empresas.
Las sentencias judiciales muestran que al menos otros 20 funcionarios del gobierno y administradores de hospitales confesaron que aceptaron sobornos de Sinovac entre el 2008 y el 2016.
Todo el manejo de la pandemia del virus PCCh ha resultado muy controvertido, desde su sospechoso comienzo confuso todavía hasta la efectividad de las vacunas, además de los insistentes rumores de que se hará obligatoria.
Por su parte, Soumya Swaminathan, científica de la OMS, señaló que aún hay dudas sobre la efectividad de la vacunación para prevenir el contagio.
“Por el momento, no creo que tengamos evidencia de ninguna de las vacunas para estar seguros de que evitará que las personas contraigan la infección y, por lo tanto, que no puedan transmitirla”, dijo a principios de este mes.
“Creo que hasta que sepamos más debemos asumir que las personas que han sido vacunadas deben tomar las mismas precauciones, hasta que haya un cierto nivel de inmunidad colectiva en la población”, agregó Swaminathan.
Con información de José Hermosa – BLes