El Alto Tribunal Administrativo, guardián de las libertades fundamentales, consideró que el estado de salud ya no justificaba la prohibición de las celebraciones religiosas en público y que la limitación a 30 personas no estaba justificada porque no era proporcional al tamaño de los lugares de culto.
Por consiguiente, desde ahora será posible celebrar Misas sin límite de 30 personas, respetando los gestos de barrera y las distancias de seguridad, teniendo en cuenta la capacidad de cada iglesia, como propuso la Conferencia Episcopal Francesa y, en particular, la diócesis de París hace varias semanas.
El arzobispo de París, Mons. Michel Aupetit, que había apelado al Consejo de Estado junto con la Conferencia Episcopal Francesa, aseguró ayer estar encantado de que se haya reconocido ante los tribunales el carácter manifiestamente ilegal de la decisión adoptada por el Gobierno, que no tuvo ni siquiera la vergüenza de consultar con los lídere religiosos del país..
Con información de InfoCatólica