Hace unos días el sacerdote brasileño Márlon Múcio, que padece una rara enfermedad neurodegenerativa, tuvo un deterioro en su salud y fue trasladado a una unidad de cuidados intensivos (UCI) en la que pidió no ser intubado, con el fin de seguir celebrando Misa diaria.
En una foto compartida en Instagram el 20 de noviembre por el hermano del sacerdote, Paulo Gustavo, se puede observar cómo el P. Márlon se encuentra celebrando la Misa desde la cama de un hospital, a pesar de que tiene conectada una máscara de oxígeno.
“Mi hermano, el padre Márlon, haciendo lo que más ama en esta vida: celebrar la Misa”, escribió Gustavo en la publicación.
El P. Márlon se encuentra desde el 17 de noviembre en la UCI de un hospital del municipio de São José dos Campos, en Sao Paulo, debido al agravamiento de la enfermedad neurodegenerativa que padece: la Deficiencia del Transportador de Riboflavina (RTD).
Esta rara enfermedad se define como “un trastorno neuromotor progresivo, caracterizado por insuficiencia respiratoria, sordera neurosensorial y parálisis ponto-bulbar progresiva”, según el sitio web Orpha.net.
“Nuestra madre, Carminha, siempre está ahí con él. A mi hermano le gusta decir que en 20 años como sacerdote, nunca pasó un día sin celebrar Misa. Siempre es así: llega mal al hospital y, si puede, hace el pedido. Si no, le transmitimos su deseo: evitar en lo posible la intubación, ya que no puede pasar sin celebrar la Misa”, contó Gustavo.
En la publicación también se señala que el P. Márlon “está orando por todos y pide que todos sigan orando por él”. “Le conmueven las expresiones de cariño que le contamos”, contó Gustavo.
En otra publicación de Instagram, del 22 de noviembre, Gustavo contó que el P. Márlon tuvo “mejor noche en la UCI y el mejor despertar desde que ingresó”.
“Sin embargo, durante el día tuvo varias crisis respiratorias y su respiración aún no es buena. Además de BIPAP, está asistido por ventilación mecánica no invasiva. Su diafragma está débil. Ayer por la tarde tuvo una buena mejora en el panorama general”, contó.
Gustavo agregó que “eso es lo que se esperaba debido al tratamiento que está recibiendo, pues hoy está en el tercer día de la prueba de inmunoglobulina. La voz es muy difícil y el dolor es fuerte hoy. Hoy está más cansado y con mucho sueño. Pero tanto él como el equipo y nuestra familia están muy emocionados. Agradecemos a todos y les pedimos que sigan orando mucho por él”.
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Con información de Aciprensa/Redacción