Se ha designado, oficialmente, como patrono de los fieles laicos en México al beato Anacleto González Flores, mártir durante la persecución cristera. La celebración litúrgica será el tercer domingo de noviembre, coincidente con la fiesta de Cristo Rey del Universo. Ese día, en México es el Día del Laico.
El licenciado en leyes, Anacleto, nació en Tepatitlán, Jalisco, el 13 de julio de 1888. Fue beatificado el 20 de noviembre de 2005, en Guadalajara, junto con otros 12 mártires de la Guerra Cristera.
La vida familiar fue muy difícil. Experimentó la pobreza, junto con sus otros 11 hermanos. Desde pequeño mostró una gran hambre de nutrir el espíritu y la mente. No habiendo posibilidad de estudiar con seriedad en su población, ingresó al Seminario. Allí se cultivó en la cultura clásica greco-latina. Ávido lector y riguroso organizador. De gran talento para la comuncación.
ANACLETO, UN EJEMPLO DE CREYENTE
Su gran sensibilidad religiosa le impulsó a luchar por el derecho humano a la libertad relgiosa. Siendo abogado, puso empeño en impugnar, siempre pacíficamente, las leyes injustas emanada por gobiernos anti democráticos y adversos abiertamente a la fe católica.
Fundó la Acción Católica de la Juventud en Jalisco. Con esos jóvenes estudió y aplicó a la vida social, estudiantil y laboral, la doctrina social de la Iglesia, que recientemente había propuesto al mundo, el papa León XIII con su Encíclica “Rerum Novarum”.
Cuando el gobierno estatal quiso implementar la Ley Calles, organizó el boicot pacífico para protestar contra esa injusticia. Con los jóvenes, difundía el pensamiento social cristiano, a través de sus escritos: La Palabra, El plebiscito de los mártires, Gladium. Las leyes injustas las dejó de aplicar el Gobernador del estado de Jalisco, Silvano Barba González. Pero esa acción no le va a ser perdonada. Y se le perseguirá hasta encontrarle. Por su extraordinaria capacidad comunicativa y su comprensible pedagogía por las masas y por las mentes pensantes, se le dio el título de “Maistro Cleto”. Se casó. Engendró dos hijos.
LAICO COMPROMETIDO CON LA FE
A sus 25 años de edad se inscribió para estudiar Leyes. Quería defender la Patria, la democracia y la religión. En sus tiempos libres impartía clases particulares de latín, historia y periodismo. No obstante su intensa actividad magisterial, activista y organizativa, no descuidaba la oración, la contemplación y la participación en la Eucaristía. Para fortalecer su espiritualidad, ingresó a la Congregación Mariana de Señor San José y a la Tercera Orden Franciscana Seglar, cuya ascesis lo nutrió.
Ante los agresivos discursos de los carrancistas y de otros revolucionarios (incluida la Constitución de 1917), que lesionaba la libertad religiosa, fundó y editó un Semanario católico “La Palabra”. Los estudios hechos en instancias religiosas fueron declarados, por el Gobierno, como no válidos. Anacleto había estudiado Derecho en una escuela católica. Se inscribió en un plantel oficial para validar las asignaturas estudiadas y obtener el grado académico de abogado. Por línea marcada “de arriba”, la consigna era reprobarlo. Pero no hubo modo de hacerlo. En el examen público, había mostrado su gran pericia, profundidad y destreza en el manejo de las ciencias y principios jurídicos.
Muere, finalmente, torturado y asesinado en el Cuartel Colorado de Guadalajara el 1 de abril de 1927.
¡Felicidades a todos los laicos!
