El otro día alguien me decía que el Pin Parental era una “claudicación”, la “aceptación” de los programas de educación sexual en la escuela, la “renuncia” a que las ideologías de Género se instalen en los sistemas educativos.
Pero eso es un error estratégico de bulto. Nada más lejos. Los que defendemos el llamado Pin Parental queremos eliminar para siempre el adoctrinamiento a los alumnos. Queremos quitar definitivamente toda imposición de género, de feminismo, de abortismo, y cualquier otra ideología extraña al relato puramente académico. Queremos vencer a la cultura de la muerte.
Y estamos decididos a ello. Y sabemos que se conseguirá.
Y también sabemos que esta herramienta del “consentimiento informado” es un arma poderosa que contribuirá a ello.
Pero no podemos estar cruzados de brazos cuando ya hay unas leyes impuestas y en activo, unos talleres de educación sexual, unos programas contra la mal llamada violencia de género, contra el supuesto machismo, etc. tenemos que dar un paso al frente, tenemos que dar un testimonio que quede grabado a fuego en nuestras vidas, en la de nuestras familias y en la de nuestros pueblos.
Por desgracia, las leyes de género ya están en curso en muchas de nuestras regiones o estados. En naciones enteras. No podemos seguir clamando al viento y diciendo que eso no debería estar ahí. Hay que presentar objeciones en masa. Hay que rebelarse. Mostrar resistencia.
El Pin tiene una carga testimonial enorme. Aunque sea solo una familia la que la presente, en el total de un aula o de un colegio entero. El sistema se tambalea. El bloque monolítico se resquebraja. Se ha metido una carga de profundidad al trasantlántico que navegaba sin oposición. Un hombre solo, ante un carro de combate de varias toneladas se para y lo hace detener.
Ese es el poder intrínseco de un simple documento, que se presenta en el colegio, y que exige que se informe a los padres interesados de toda actividad adoctrinadora, que sea moralmente controvertida en la sociedad. Y que los padres se reservan el derecho de enviar o no a sus hijos a esa actividad.
También podemos descargarlo desde la página de la Plataforma Pin Parental de España, donde las principales asociaciones que operan en España por la familia, la vida y la libertad, se han unido para promocionar esta herramienta.
Este instrumento fue introducido en España por Profesionales por la Ética, institución que abanderó la lucha contra la asignatura adoctrinadora Educación para la Ciudadanía y las objeciones de las familias a la misma, hace ya más de una década.
Conviene conocer bien esta “arma” que tenemos los padres para defender a nuestros hijos, para defender el derecho sagrado que tenemos de educar a nuestros hijos según nuestros principios.
Indiscutiblemente, una presentación masiva de este sencillo documento puede hacer tambalear todo el sistema educativo adoctrinador. Un sistema educativo que introduce el Género, el Homosexualismo, la Educación Sexual y Sexualista, el Feminismo más rampante, el Abortismo más soez… a través de talleres, charlas, programas, visitas, actividades sueltas, opiniones de docentes, currículos, actividades extra-curriculares, teatros, películas, intervenciones de alumnos mayores y de activistas jóvenes, invitaciones a eventos…
Todo un “catálogo” de fenómenos que quieren agarrar a nuestros hijos.
Evitarlo rápidamente está en nuestras manos. Luchar para eliminar del todo esta lacra, este lobo con piel de oveja, también.
Para eso, no te pierdas hoy el ENCUENTRO Familia-Vida-Libertad que la ACN y acTÚa FAMILIA te ofrecen. Contaremos con Carlos Leal, diputado en Nuevo León y defensor a ultranza del Pin Parental. También tendremos al portavoz de la Plataforma Pin Parental en España, padre y presidente de “Los Niños Son Intocables”, Salvador Martí. Y a Antonio de Miguel, concejal de Vox en Guadalajara (España) e introductor en el debate político español del Pin Parental.
Es fundamental para tus hijos. No te lo pierdas.
Pedro Mejías, coordinador general de acTÚa FAMILIA.
Padre de familia numerosa, Profesor, activista social, especialista en Movimientos conservadores pro-vida y pro-familia.