El arzobispo Carlo Maria Viganò, quien fue nuncio apostólico en Estados Unidos de 2011 a 2016, ha negado las afirmaciones del ‘Informe McCarrick’ que dicen que él no actuó según las instrucciones de investigar a Theodore McCarrick.
En una entrevista concedida a Raymond Arroyo, presentador de “The World Over” de EWTN, el ex nuncio dijo que no fue entrevistado ni se le pidió que compartiera su perspectiva mientras se estaba compilando el informe, pero fue mencionado más de 300 veces en él, a menudo desde una perspectiva negativa.
Esta semana el Vaticano publicó el informe sobre McCarrick, tras dos años de investigación. En 2018, al conocerse que había acusaciones creíbles de abuso sobre un menor Francisco le retiró el cardenalato y, tras un proceso canónico, fue reducido al estado laical en 2019.
El documento, de más de 400 páginas, cataloga varios informes sobre McCarrick hechos por funcionarios de la Iglesia, algunos de los cuales fueron ignorados, así como información inexacta transmitida a la Santa Sede por tres obispos antes del nombramiento de McCarrick como arzobispo de Washington.
Viganò dijo que está claro que el informe intenta culpar al Papa Juan Pablo II y al Papa Benedicto XVI. Dijo que los citados pontífices probablemente habrían sido convencidos por funcionarios de la Curia a no creer en los rumores que rodeaban a McCarrick.
“¿Quién tenía interés en que McCarrick ascendiera para poder obtener una ventaja en términos de poder y dinero?”, dijo.
“En el caso de Juan Pablo II, el principal interesado en la promoción de McCarrick fue definitivamente el cardenal [Angelo] Sodano. Fue secretario de Estado hasta septiembre de 2006. Toda la información le llegó. En noviembre de 2000 ya había recibido información del nuncio [Gabriel] Montalvo para este informe sobre la acusación de graves abusos cometidos por McCarrick ”.
En el caso de Benedicto XVI, dijo Viganò, el cardenal Tarcisio Bertone “llevó al Papa Benedicto a decidir que no se debe emprender ningún proceso canónico, ni se debe proscribir ninguna sanción canónica”, sino que se debía hacer una simple apelación a la conciencia de McCarrick.
World Over Hot Take: Archbishop Carlo Maria Vigano responds to the #McCarrickReport contention that he "did not come forward" to present evidence for the Vatican Inquiry. He says they never summoned him to testify. Full interview @EWTN 8PM E pic.twitter.com/YKjrIHB3Hv
— Raymond Arroyo (@RaymondArroyo) November 13, 2020
En agosto de 2018, Viganò publicó una famosa declaración en la que afirmaba que, a finales de la década de 2000, Benedicto XVI había impuesto sanciones a McCarrick. Dijo que a McCarrick se le había “prohibido celebrar [misa] en público, participar en reuniones públicas, dar conferencias, viajar, con la obligación de dedicarse a una vida de oración y penitencia”.
Viganò dijo que había informado personalmente al Papa Francisco sobre estas sanciones en 2013, pero que Francisco no solo derogó esas sanciones, sino que nombró a McCarrick su “consejero de confianza”, y lo asesoró sobre varios nombramientos de obispos en Estados Unidos. Viganò pedía al Papa Francisco que renunciara por este asunto.
El ‘Informe McCarrick’ está en desacuerdo con varias partes de la declaración de Viganò. Rechaza lo que él describe como sanciones impuestas a McCarrick por Benedicto XVI, y señala numerosos ejemplos de McCarrick que mantuvo a Viganò informado de sus viajes y compromisos públicos mientras Viganò era nuncio. En algunos casos, Viganò escribía a McCarrick reconociendo y agradeciendo su trabajo.
El ‘Informe McCarrick’ también señala que Viganò no siguió las instrucciones de 2012 para investigar las acusaciones contra McCarrick.
Viganò rechazó la afirmación de que no había investigado el asunto y lo calificó de “absolutamente falso”. Dijo que el informe en sí reconoce la correspondencia escrita entre él y el obispo Paul Bootkoski de Metuchen, el ordinario del sacerdote 3, que remitió al cardenal Ouellet en junio de 2013.
En su entrevista con Arroyo, Viganò sostuvo que Benedicto XVI había ordenado a McCarrick retirarse y llevar una vida privada, sin asistir a eventos públicos, pero dijo que miembros corruptos de la Curia no hicieron cumplir estas medidas.
Contrariamente a lo que se afirma en el informe, Viganò insistió en que él informó al Papa Francisco directamente de que McCarrick había corrompido a una generación de seminaristas y sacerdotes, y que el Papa Benedicto le había ordenado vivir una vida de oración y penitencia.
Dijo que sus comentarios se produjeron en respuesta a una pregunta directa del Papa Francisco sobre lo que pensaba sobre McCarrick. Dijo que el Papa no se mostró sorprendido ni reaccionó ante sus palabras, sino que cambió de tema.
“Lo inquietante es que dentro del informe en sí, obviamente elaborado por muchas manos, hay numerosas contradicciones, suficientes para argumentar que el informe tiene poca credibilidad”,
dijo Viganò.
Con información de InfoVaticana