Según una tradición centenaria, el quinto domingo de Cuaresma, que en esta ocasión es el 6 de abril, «La Verónica». En este día, la iglesia del Vaticano es designada como la iglesia de la estación de Cuaresma en Roma.
Una de las preciosas reliquias de la Pasión del Señor – el pañuelo de Santa Verónica, con el que, según la tradición, la mujer enjugó el rostro de Cristo mientras éste llevaba la cruz al Gólgota – será expuesta a los fieles el próximo domingo.
En la Basílica de San Pedro, los fieles rezarán como parte de la peregrinación cuaresmal a las iglesias de las estaciones, una antigua costumbre por la cual cada día de Cuaresma los fieles visitan una iglesia romana diferente donde se veneran las reliquias de los santos y mártires
A las 18.00 horas, durante el canto de las letanías, los fieles recorrerán las naves laterales de la Basílica Vaticana, entrando por la Puerta Santa, y en la logia se exhibirá la reliquia de Santa Verónica, también conocida como el Santo Rostro. A continuación se celebrará la Santa Misa bajo la dirección del cardenal Mauro Gambetti, arcipreste de la Basílica de San Pedro. La entrada a la Eucaristía está abierta a todos, sin necesidad de entrada.
El culto moderno al Santo Rostro se remonta a 1849 y al milagro ocurrido en la Basílica de San Pedro. Pedro, cuando la reliquia del velo de Santa Verónica, expuesta solemnemente, tomó vivos colores y brillo. Este acontecimiento adquirió fama en muchos países y contribuyó a la renovación del culto al Santo Rostro de Cristo. Uno de los propagadores de esta devoción fue el laico francés Léon Papin-Dupont de Tours.
KAI/Vatican News