El arzobispo Philip Subira Anyolo, de la Arquidiócesis Católica de Nairobi (ADN) en Kenia, advierte al pueblo de Dios bajo su cuidado pastoral contra Satanás, el principal adversario de Dios.
En su Carta Pastoral para la Cuaresma y la Pascua de 2025, el arzobispo Anyolo enfatiza la necesidad de que las familias y sus respectivos miembros se apoyen en la Palabra de Dios, nutriendo su relación con la persona de Jesucristo.
La familia es la primera institución donde se inculcan valores, y una familia unida construye una nación unida. Pero estamos atravesando una etapa en la historia de la humanidad en la que la familia está siendo atacada por Satanás y sus cómplices en este mundo”, afirma.
El arzobispo católico keniano explica: “Satanás tienta a la familia a desviarse del camino de Dios. Sin embargo, tal como nos mostró Jesús, nuestra fe inquebrantable en Dios nos permitirá resistir la tentación”.
“La familia debe apoyarse en las Escrituras para recibir guía y fortaleza ante las tentaciones”, reitera en su Carta Pastoral de 16 páginas, publicada bajo el título “Él murió por nuestras transgresiones y resucitó para nuestra justificación”, tomada de Romanos 4:25.
Podemos comprender mejor nuestras luchas con el pecado y aprender a superarlas mediante la fe y la confianza en Dios”, afirma el Arzobispo Anyolo.
Recalca la necesidad de cultivar una relación con la persona de Jesucristo por intercesión de la Santísima Virgen María, diciendo:
Con Jesús, con la palabra de Dios, que es la “espada del Espíritu” (Ef. 6,17), con la oración familiar diaria, especialmente el Santo Rosario, venceréis a Satanás y sus engaños”.
En su Carta Pastoral, distribuida a las 127 parroquias de su Sede Metropolitana, el Arzobispo Anyolo recuerda la Campaña Nacional de Cuaresma 2025, que los miembros de la Conferencia de Obispos Católicos de Kenia (KCCB) lanzaron oficialmente el 28 de febrero bajo el lema “La Kenia que Deseamos”.

“En esta Campaña de Cuaresma, La Kenia que Deseamos, estamos llamados a reflexionar no solo sobre lo que deseamos para nosotros mismos, sino también sobre lo que buscamos para los demás”, dice, y explica:
“Estamos llamados a desear y trabajar por el bien de todas las personas, independientemente de su origen o estatus. El bien común es nuestra responsabilidad, y debemos anhelar una sociedad que fomente la igualdad, la justicia y la compasión”.
El líder de la Iglesia Católica, quien inició su ministerio episcopal en febrero de 1996 como obispo de la diócesis de Kericho en Kenia, destaca el flagelo de la corrupción en el país, afirmando: “El deseo de una Kenia libre de corrupción debe convertirse en una profunda aspiración para cada uno de nosotros”.

Por SILAS MWALE ISENJIA.
NAIROBI, KENYA.
ACIAFRICA.