Ante el aumento de casos de violencia social, la iglesia hizo un llamado a atender el problema de raíz, asistiendo y fortaleciendo a las familias, así lo señaló en la editorial del semanario Desde la Fe, donde la postura de la Arquidiosesis Primada de México se da luego de hechos de agresión contra menores y el poco respaldo de la sociedad a seguir las medidas sanitarias por coronavirus.
El hallazgo de los restos de dos niños descuartizados en calles del Centro Histórico de la Ciudad de México, la broma de la que fue objeto el estudiante, Jorge Barrera, por parte de sus compañeros de escuela y el desinterés de las personas por seguir con las medidas sanitarias para prevenir contagios de covid-19 motivaron a la Iglesia a realizar el llamado.
De acuerdo la Iglesia Católica Apostólica y Romana, la causa de estos hechos es la falta de amor, señalando que «donde hay violencia existen corazones lastimados», sumado al olvido de Dios en la propia vida, pues en la medida en que desterramos a Dios de la familia y de las estructuras sociales, el mundo se nos vuelve más hostil.
En el escrito se considera que en el hogar, las madres y padres deben de fortalecer la educación con valores, además de que los adultos deben de sumarse como mentores de las nuevas generaciones para “inculcar concientización para denunciar todo aquello que represente violencia, pero también la enseñanza para manejar la frustración y el estrés ante las situaciones adversas».
La editorial de Desde la fe también llama a las autoridades tanto locales como federales a darle prioridad a la generación de oportunidades de desarrollo, educación y trabajo a los jóvenes, para poder así alejarlos de las drogas y la violencia.
«En el hogar es necesaria una apuesta decidida de los padres para fortalecer la educación en los valores, y de los adultos en general para asumirse como mentores de las nuevas generaciones; en las instituciones educativas es importante inculcar la concientización para denunciar todo aquello que represente violencia, pero también la enseñanza para manejar la frustración y el estrés ante las situaciones adversas».
También se agrega que «la violencia social normalmente inicia en el seno de las familias y los hogares, y es consecuencia de la falta de profundidad en los vínculos, el abandono en el que viven muchos niños, adolescentes y jóvenes».
Con información de Milenio