Participantes en una conferencia virtual sobre el Papa Francisco y las uniones civiles homosexuales, coincidieron en señalar que la postura oficial de la Iglesia católica no ha cambiado en esa materia.
En la Conferencia Internacional online: El Papa Francisco y las uniones civiles homosexuales ¿Cambió la doctrina?, organizada por la autodenominada “Academia de Líderes Católicos Latinoamérica”, una de las expositoras, Marta Rodríguez, Bioeticista española y Master en Filosofía y Bioética por el Ateneo Pontificio Regina Apostolorum, llamó a que se adopte una “conversión de la mirada: tenemos que aprender a mirar, acoger y acompañar”.
Puntualizó que esa visión es una conclusión del trabajo que ha hecho con un grupo de jóvenes seminaristas desde hace más de un año, quienes “sentían la falta de un lenguaje adecuado de la Iglesia para afrontar estos temas y percibían que no había fuentes”.
Tras comentar que siempre ha sido heterosexual, señaló que “no lo considero ningún mérito y sin embargo me reconozco profundamente herida también en mi sexualidad, necesitada de redención y sanación; no soy mejor que tu porque mi herida se manifiesta distinta a la tuya (…)”.
Usa metáfora de “obra en construcción, perdonen las molestias”
Indicó que “todos estamos en camino. Hay un carmelita argentino que dice que dice que todos deberíamos llevar un cartel en la espalda que diga: “obra en construcción, perdonen las molestias”, y de eso tendríamos que tomar conciencia, que todos estamos en construcción y aprender a mirar significa que hay que reconocer que hay personas que hoy les cuesta identificarse con su género, cuerpo, orientación sexual correspondientes a su sexo, y de lo que no son culpables muchos ellos”.
Opinó que “sería injusto para las personas que la Iglesia se calle (…), y no puede dejar de proponer como camino de plenitud el camino que corresponde la verdad del ser humano”.
Palabras del Papa Francisco están inmersas en una narrativa de derechos humanos Mons. Rogelio Cabrera, Presidente de la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM), urgió a fieles y laicos “armonizar la narrativa humana y la ley, porque si uno presenta la ley a secas, termina uno utilizándola como un ladrillo para matar; jamás”.
Quien es además Teólogo por la Pontificia Universidad Gregoriana en Roma y licenciado en Sagrada Escritura por el Pontificio Instituto Bíblico en Roma, insistió “en mirar la narrativa divina para entender la palabra divina, y nosotros para entender a las personas, tenemos que escuchar su narrativa, no podemos adelantarnos con la ley (…). Nunca la ley de la Iglesia puede anteceder a la palabra de Dios, ni al mensaje de amor de nuestro Señor Jesucristo”.
Mons. Cabrera, quien fue nombrado por el Papa Benedicto XVI como arzobispo de Monterrey; aclaró que “la Iglesia siempre defenderá, apoyará y estará cerca de aquella persona, cualquiera que sea su condición: pobre, migrante, mujer que sufre y cuando alguien por su situación afectiva es relegado y molestado, y a veces desgraciadamente golpeado y asesinado. La ley está para proteger a todos”.
En conclusión, dijo que se sentía en “comunión plena con la enseñanza del Santo Padre y si lo leemos todo podemos estar muy claros que nos está confirmando en la fe y nos alienta en la caridad. El Papa está para estar con todos; sus mensajes son claros, nosotros podemos ser los confusos. El Papa es claro, los confundidos podemos ser nosotros”.
En su oportunidad, Rocco Buttiglione, filósofo italiano, quien ha sido Ministro de Estado y Presidente de la Cámara de Diputados, contestó a las preguntas: ¿Es la homosexualidad materia grave de pecado? ¿Ha cambiado algo en ese tema?, a las que respondió que “no, ya que la homosexualidad sigue siendo materia grave de pecado porque el sexo es la fuerza más grande que ha dado a los hombres para descubrir qué es la comunión (relación entre hombre y mujer y su procreación)”.
Sin embargo, -aclaró- que
“la gracia de Dios es más grande que cualquier otra cosa y hay que acompañarlo en esa línea”.
Quien también es Pro-rector de la Academia Internacional de Filosofía de Liechtenstein, detalló que “se deben de juzgar los hechos y las cosas, nunca a las personas, porque no sabemos el corazón de las personas cómo es, además de que la persona siempre es más grande que su pecado”.
Llama a “reconocer derechos de homosexuales; no son enemigos”
Ejemplificó varios escenarios en los que una pareja homosexual enviuda o se separa; especificó que en este tipo de casos es justo que se reconozca con una figura legal y como lo marca la ley para que no quede desprotegido.
“No debemos olvida que la homosexualidad es pecado, pero está ligada con muchas experiencias positivas: amistad, afección, acompañamiento y sacrificio recíproco”,
remató.
“En el mundo de hoy estilos de vida homosexuales ya se difundieron y hay gente que, sin culpa suya, está entre sus estilos de vidas, y ¿Tenemos que negar sus derechos, o ser enemigos de ellos? Cuestionó tras responder que no”,
planteó.
Atribuye que los tiempos han cambiado y la Iglesia cobra otro pensamiento
Aseveró que “el Santo Padre es autor de un cambio porque si pensamos lo que fue la actitud de la Iglesia en muchos lugares en mucho tiempo, es un cambio importante, sin que sea un cambio de dogma, fe o ley moral; más bien es un cambio de actitud pastoral”.
Mons. Javier del Río, Arzobispo de Arequipa, Doctor en Teología por la Pontificia Universidad Gregoriana de Roma, Canonista por la Pontificia Universidad Santo Tomás de Aquino de Roma, precisó que el documental “Francesco” “no es producto de una entrevista exclusiva dada por el Papa al productor del documental, sino que éste ha incluido palabras del pontífice en diversos momentos y circunstancias”.
Asimismo, destacó que “tampoco se trata de un posicionamiento a favor o en contra de la agenda política o de la ideología de uno u otro grupo, ni como un pronunciamiento doctrinal del magisterio pontificio porque para este tipo de pronunciamientos los Papas usan los medios correspondientes que son distintos al video”.
“Ahora nos toca ser cristianos en una era neo-pagana, por ello nos impulsa el Papa Francisco a ser una Iglesia en salida, ir al encuentro de aquellos que están en als periferias geográficas y existenciales”,
trazó.
Resaltó que Papa Francisco
“no habla de así llamado matrimonio gay, sino de aquello que ya había propuesto en sus años de Arzobispo de Buenos Aires: una ley que regule ciertos aspectos de este tipo de convivencia”.