Tras el Concilio Vaticano II, se produjo un desorden en la disciplina, en los seminarios y en las universidades pontificias, declaró a Corriere.it el obispo Sergio Pagano, de 75 años, recientemente jubilado como prefecto del Archivo Secreto Vaticano:
Hay una crisis doctrinal cada vez más profunda» y una «confusión flagrante».
Monseñor Pagano ve «una desorientación de los fieles y una cierta [!] decadencia del pensamiento teológico«.
«La propia pastoral se reduce a la caridad por la caridad, sin la inspiración vertical de la fe».
El obispo Pagano fue reprendido por publicar documentos sensibles por aquellos «que creen que los vicios y defectos de los hombres de la Iglesia deben callarse».
Los pecados no deben cometerse, pero una vez comprobados y documentados, deben hacerse públicos, contextualizándolos en la historia».
CIUDAD DEL VATICANO.
JUEVES 1 DE AGOSTO DE 2024.
CORIERE/ESNEWS.