* El Viernes Santo es el día de la Cruz. Este es el único día del año en el que no se celebra la Eucaristía, sino que por la tarde se celebra la singular Liturgia de la Pasión del Señor del Viernes Santo.
Sus puntos claves son:
- la lectura de la Pasión del Señor,
- la oración solemne de los fieles,
- la adoración de la Cruz
- y la comunión de las hostias consagradas el Jueves Santo.
El celebrante y los asistentes entran en silencio. Se postran un rato ante el altar y después de la oración introductoria se lee la profecía sobre el Siervo Sufriente de Yahvé y un fragmento de la Carta a los Hebreos. Luego se lee o canta la descripción de la Pasión del Señor según San Juan, generalmente con división de roles. Ene.
Después de la homilía, en una oración de intercesión muy solemne, la Iglesia se encomienda a Dios y al mundo entero, expresando así el deseo del mismo Cristo: que todos se salven. Particularmente conmovedoras son las oraciones por la unidad de los cristianos, la petición por los no creyentes y por los judíos.
El acontecimiento central de la liturgia del Viernes Santo es la adoración de la Cruz. La cruz, cubierta con un paño morado, es llevada delante del altar. El celebrante descubre poco a poco los brazos de la Cruz y canta tres veces: «He aquí el leño de la Cruz, en el que pendió la salvación del mundo», a lo que los fieles responden: «Vengamos y adoremos».
Después de la Liturgia, la Cruz permanece en un lugar visible y accesible, para que todos los fieles puedan adorarla. Es el punto más importante de la iglesia hasta la Vigilia Pascual. Uno se arrodilla ante él tal como normalmente se arrodillaría ante el Santísimo Sacramento. Después de la adoración de la Cruz, se saca el Santísimo Sacramento de la cámara oscura y se administra la Comunión a los fieles.
La última parte de la liturgia del Viernes Santo es la procesión al Sepulcro del Señor. En un altar situado junto al Sepulcro o en un trono especial, se exhibe el Santísimo Sacramento en una custodia cubierta con un velo blanco y transparente, símbolo del sudario en el que fue envuelto el cuerpo del difunto Cristo. Toda la decoración de esta capilla está destinada a dirigir la atención hacia el Cuerpo del Señor. En muchas iglesias la adoración dura toda la noche.
También se celebran servicios del Vía Crucis el Viernes Santo. En muchas iglesias comienza a las 7:00 p.m. 15,00 horas, porque fue alrededor de esta hora, según el Evangelio, cuando Jesús murió en la Cruz.