El paso del tiempo no parece disminuir la resonancia del caso del sacerdote jesuita acusado de abusar psicológica, espiritual y sexualmente de religiosas, sino que ha ido en aumento. Una Universidad Pontifica decidió regtirarle el título de «Doctor Honoris Causa» que le había otorgado y otras instituciones planean retirar sus obras, debido al efecto psicológico que causan entre todo tipo de gente, ahora que son ampliamente conociendo los abusos y perversiones del pintor.
Franca Giansoldati, en Il Messaggero, corrobora con su análisis de hoy, que «el caso Rupnik» está lejos de silenciarse, y que, por el contrario, sigue afectando a la Iglesia, al Vaticano y al Papa. Entre otras cosas, expresa:
Mientras que en América Latina, en la Universidad Pontificia de Paraná el cuerpo docente decidió por unanimidad revocar el grado honorífico al artista jesuita Padre Marko Rupnik por indignidad, dado su incómodo y vergonzoso pasado de acoso sexual a personas seculares y religiosas mujeres, un obstinado silencio sigue resistiendo en el Vaticano.
La falta de transparencia en este feo caso de abuso pone de relieve los encubrimientos en las más altas esferas: hasta la fecha nadie ha resuelto el dilema de si fue ‘solo’ levantar la excomunión de Rupnik por violar el gravísimo delito canónico de la absolución de un cómplice el prefecto de la Congregación de la Fe, el cardenal jesuita Ladaria, o si la decisión fue tomada directamente por el Papa Francisco.
«La Pontificia Universidad Católica de Paraná (PUCPR) comunica que, ante los hechos ampliamente difundidos sobre los hechos que involucran a Marko Ivan Rupnik, el Consejo Universitario de la PUCPR, en sesión extraordinaria celebrada el día 13 de febrero de 2023, de conformidad con el Resolución nro. 01/2023, aprobó la revocación del título de Doctor Honoris Causa conferido el 30 de noviembre de 2022 al artista esloveno, considerándolo «indigno» de este homenaje», se lee en la resolución universitaria. Del mismo modo, otras instituciones están considerando retirar contribuciones similares y, en paralelo, existe un impulso creciente para demoler los artefactos artísticos de Rupnik -mosaicos de escenas evangélicas- contenidos en muchas capillas, iglesias y monasterios de todo el mundo. La pregunta que viaja en la web es siempre la misma.
Más que un rompecabezas ahora parece un callejón sin salida.
El feo caso del jesuita Marko Rupnik, acusado por varias monjas de violencia sexual y manipulación de la conciencia, se ha convertido en un ejemplo de la falta de transparencia en el Vaticano en el tema de los abusos sexuales. Los hechos relacionados con este célebre artista y con importantes amistades en todos los niveles de la Iglesia ensombrecen incluso el pontificado. Sin embargo, el Papa Francisco lo truncó en una entrevista con Associated Press, asegurando que no tuvo ningún papel en su gestión. Sin embargo, quedan muchas dudas sobre la alfombra.
El Papa Francisco en una reciente entrevista con la AP negó haber tenido parte en el caso Rupnik: «Fue una sorpresa para mí, la verdad. Esta persona, un artista de este nivel, fue una gran sorpresa y una herida para mí». FrancisCO también agregó que quería más transparencia. “Y con la transparencia viene algo muy bonito, que es la vergüenza. La vergüenza es una gracia».
De hecho, la amarilla sigue sin resolverse. Tras una primera investigación en el seno de la Compañía de Jesús, el expediente pasó al Vaticano y, de hecho, el artista jesuita fue condenado por la Congregación para la Fe por el delito canónico de absolución de un cómplice que prevé la excomunión inmediata del delincuente. Para la Iglesia es un pecado muy grave. Rupnik, sin embargo, fue indultado misteriosamente poco tiempo después, intervino a su favor una medida especial que, técnicamente, pertenece sólo al pontífice.
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Las palabras de Francisco terminaron por suscitar más interrogantes además de los ya existentes. Tanto es así que la prensa estadounidense destacó de inmediato que las cuentas no cuadran. Si en enero de 2020 los jueces de la Congregación para la Doctrina de la Fe reconocieron por unanimidad a Rupnik culpable del gravísimo delito, y en mayo de 2020 la excomunión fue anulada a golpe de esponja por el cardenal prefecto Ladaria (que apenas actúa de forma independiente, necesitando un superior, por lo tanto del Papa), la pregunta que queda sobre la mesa es qué sucedió detrás de escena.
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¿Quién intervino para ayudar al jesuita Rupnik? Para agravar el cuadro hubo otra extraña decisión: en marzo de 2020 el Vaticano decidió encomendar los ejercicios espirituales de la curia precisamente al jesuita que acababa de ser excomulgado, tanto que en realidad fue él quien predicó a cardenales y obispos antes de la Cuaresma de ese año «¿Cómo era posible que el Vaticano encomendara la predicación de los ejercicios espirituales al jesuita que acababa de ser excomulgado por la Congregación para la Doctrina de la Fe?».
Rupnik había sido llamado para sustituir en el último momento al predicador padre Cantalamessa, que se encontraba en casa con gripe. El sitio paravaticano Sismografo señala:
«No se sabe quién tomó la decisión de llamar a Rupnik. Los altos funcionarios de la Secretaría de Estado seguían en Ariccia para la semana anual de Ejercicios Espirituales y el Papa hacía lo mismo en Santa Marta, resfriado. Este tipo de decisión en teoría corresponde al subsecretario de Estado, el venezolano Peña Parra. El Sustituto es una persona muy cercana al Papa y es posible que Peña Parra hablara con el Pontífice sobre la situación que se presentó con el impedimento del Padre Cantalamessa. El nombre del jesuita Rupnik pudo surgir espontánea e inmediatamente no sólo por la experiencia del sacerdote en materia de ejercicios espirituales sino también por la relación muy estrecha con el Papa Bergoglio”.
Se sabe en el Vaticano que Rupnik disfrutó de amistades influyentes y portadas ya en la época de Wojtyla. Los jesuitas de la Compañía de Jesús resumieron recientemente el doloroso caso destacando que ya se había abierto una investigación preliminar por su parte para esclarecer las denuncias de «acoso sexual y absolución de un cómplice (…) en el pecado contra el sexto mandamiento «. Ya en 2019 la investigación preliminar había constatado que las “acusaciones eran creíbles” y que se había enviado un paquete a la Congregación para la Doctrina de la Fe; Mientras tanto, se habían impuesto «medidas restrictivas cautelares» a Rupnik en enero de 2020, unas semanas antes del sermón de la Curia romana el primer viernes de Cuaresma, se dictó por unanimidad la sentencia de culpabilidad: «Hubo efectivamente la absolución de un cómplice .»
Por FRANCA GIANSOLDATI.
CIUDAD DEL VATICANO.
MIÉRCOLES 15 DE FEBRERO DE 2023.
