* Las 383 páginas en las que el jesuita fallecido en 2009 relata su actividad como depredador serial estremece a la Iglesia boliviana pero también a la Compañía de Jesús: hasta 85 menores fueron agredidos por el sacerdote, amparados por una tupida red de encubrimiento.
* Su sobrino denunció todo y recibió respuestas evasivas.
Como una verdadera novela de terror, El País publicó el 30 de abril una extensa investigación sobre la vida del ya fallecido jesuita pedófilo Alfonso “Pica” Pedrajas; que en vida habría escrito un diario de 383 páginas, constatando al menos 85 agresiones sexuales a menores y una tupida red de encubrimientos. Las memorias fueron examinadas por un equipo de periodistas para confirmar los pasajes referentes a los delitos de pedofilia con entrevistas a varias víctimas sobrevivientes, al sobrino del cura y hasta a un supuesto “novio” que permaneció en el anonimato por temor a represalias.
El “Padre Pica” nació en la ciudad española de Valencia y se trasladó a Bolivia en 1961 , donde completó sus estudios teológicos, fijando allí su residencia hasta su muerte. Su carrera siempre ha estado ligada al campo de la educación, trabajó en colegios de Perú y Ecuador entre 1961 y 1971, y posteriormente en Bolivia fue subdirector y director del Colegio Juan XXIII -un internado- en la ciudad de Cochabamba. . En 1989 dejó el Colegio Juan XXIII para atender a los novicios de Cochabamba y Oruro.
Difícil evitar la náusea leyendo extractos del manuscrito titulado por el pedófilo Storia. El jesuita, depredador en serie, ha confesado los delitos cometidos en 40 años de vida sacerdotal en varios colegios de América Latina; pero es en Bolivia donde se han notificado la mayoría de los casos. En concreto, en el Colegio Juan XXIII, que acogió a niños sacados de la pobreza y, por tanto, más vulnerables.
Cuando el religioso falleció el 5 de septiembre de 2009, a causa de un cáncer, sus pertenencias fueron enviadas a España , donde permanecieron guardadas en una bodega familiar. En diciembre de 2021, su sobrino Fernando Pedrajas encontró el diario mientras limpiaba y, al percatarse de las graves confesiones de su tío, intentó denunciar todo a la Compañía de Jesús en Bolivia y a la justicia española, recibiendo solo silencios y evasivas como respuesta. Así que decidió dárselo a la prensa.
«En el verano de 2022 mantuvo una breve correspondencia por correo electrónico con el actual director de la escuela de Cochabamba donde su tío cometía la mayoría de los abusos, pero eludía cualquier tipo de responsabilidad. Presentó el diario a la fiscalía española, que no quiso llevar el caso por prescripción. Finalmente, lo denunció al ex provincial de los jesuitas Osvaldo Chirveches, encargado de investigar los abusos en la orden. Desde octubre, Fernando no ha recibido respuesta sobre el estado de la investigación canónica», apunta El País .
Según Fernando Pedrajas, el “padre Pica” confesó sus crímenes a otros religiosos y compañeros, quienes “en lugar de apartarlo y brindarle la ayuda adecuada, justifican su actuación como debilidad física, no moral. El único consejo que recibe para superar su ‘debilidad’ es rezar mucho”. Investigue y confirme que este tipo de abuso no continúa ocurriendo. “Conocidos los hechos, el Colegio Juan XXIII debe condenar públicamente lo sucedido, denunciando no sólo los ataques del padre Pica, sino también la pasividad y falta de condena por parte de sus hermanos jesuitas”.
Como era de esperarse, las confesiones del “Padre Pica” han sacudido a la Iglesia boliviana . Tras la publicación de su diario, exalumnos del internado de Cochabamba revelaron que otros dos sacerdotes cometieron los mismos delitos con adolescentes entre 1983 y 1997. Incluso hay videos y cartas de víctimas denunciando e identificando a sus agresores.
La Compañía de Jesús pide ahora «perdón» por todo lo ocurrido . “La Compañía de Jesús de Bolivia repudia y condena estos actos de pederastia públicamente denunciados. La Compañía de Jesús de Bolivia quiere subrayar su política de tolerancia cero ante los abusos, como el mismo Papa Francisco ha manifestado en varias ocasiones al respecto. Pedimos disculpas por el dolor causado”, se lee en un comunicado publicado unos días después.
Posteriormente, en conferencia de prensa, los jesuitas bolivianos también informaron de la suspensión de ocho sacerdotes que ejercían como provinciales, con el fin de verificar si hubo denuncias públicas que no fueron atendidas. Y la abogada Audalia Zurita, confirmó que han presentado una denuncia formal ante la Fuerza Especial para Combatir la Violencia para que se investigue el abuso sexual.
Pero el «padre Pica» es sólo uno de tantos casos.
Recientemente han salido a la luz otros tres casos de jesuitas pedófilos: Luis Tó y Antonio Gausset Capdevila, alias Tuco, así como el fallecido Luis María Roma Pedrosa (este caso fue denunciado en 2019 por EFE). Dos de los superiores que conocían los casos fueron suspendidos.
El exjesuita de Oruro y exdiputado, Pedro Lima, dijo al diario El País que había sido expulsado de la Orden tras revelar los abusos de Pedrajas, Capdevila y Tó. Se atrevió a contar su testimonio 22 años después de aquel episodio, tras leer el escándalo del ‘padre Pica’. Cabe señalar que es uno de los nombres que aparecen en el diario.
En la carta de expulsión, los jesuitas se habían comprometido a financiar sus gastos escolares para que pudiera estudiar teología. Lima aceptó y aseguró que también había recibido 3.000 dólares del catalán Marcos Recolons, entonces alto funcionario de la orden en Bolivia que ascendería a la cúspide de la orden en el Vaticano pocos años después. “Un año y medio después, Recolons me llamó por teléfono para decirme que la empresa me estaba sancionando y recortando mis fondos [de estudio] porque seguía hablando de casos de abuso infantil. Era una forma de silenciarme. Me dijo: ‘No permitiré que hables [mal] de mis hermanos jesuitas’”, dijo Pedro Lima al diario español.
Se estima que una docena de jesuitas bolivianos y españoles están involucrados en esta red de encubrimiento que cuestiona al mismo Papa Francisco, quien aún no se ha pronunciado sobre el escándalo. Lo cierto es que la Compañía de Jesús se enfrenta a una grave crisis cuyo alcance y consecuencias aún no se conocen.
Martes 9 de mayo de 2023.
Roma, Italia.
lanuovabq.
