Un grupo de feligreses protestó frente a la catedral de Tula la tarde del jueves para exigir la permanencia del sacerdote Juan Diego Pérez Hernández, a quien el obispo de la diócesis de Tula, Juan Pedro Juárez Meléndez, pretende remover de su encomienda con jóvenes.
Los feligreses, entre los que se encontraban representantes varios grupos eclesiásticos, se reunieron en la puerta principal de la iglesia para manifestarle su inconformidad al obispo de Tula, Juan Pedro Juárez Meléndez.
Sin embargo el personal de la parroquia cerró todos los accesos y les impidió ingresar al atrio para efectuar su protesta pacífica; el sacerdote Germán Llamas Coss y León, párroco de la catedral de San José, salió a la puerta del estacionamiento y les pidió conformar una comisión para que ingresaran a exponer sus inquietudes al obispo.
La comisión se conformó y mientras tanto afuera los feligreses expresaron que sin una explicación esta semana les informaron que Pérez Hernández sería removido a pesar del «buen trabajo que venía haciendo el sacerdote con los jóvenes, principalmente, a quienes los ha acercado a la iglesia».
Señalaron que distintos representantes de grupos se han reunido con autoridades eclesiásticas, sin que les hayan dado una justificación. «No nos quieren dar una respuesta o decir por qué lo están cambiando, si el padre está sacando adelante a nuestros hijos; nosotros nos enteramos del cambio por rumores en los grupos de los niños, y por eso queremos saber por qué lo quieren cambiar, si ayudaba a jóvenes y matrimonios”, dijo Azucena Mendoza, una de las feligreses que participó en la protesta.
Por su parte Germán Montiel Moctezuma, feligrés originario de Santa Ana Ahuehuepan, comunidad con alta incidencia delictiva, indicó que el sacerdote «rescató» en dicho poblado a muchos jóvenes que se estaban involucrando en actividades ilícitas.
Explicó que el cura formó en esa comunidad un grupo juvenil a través del cual inculca valores a los miembros de este sector para alejarlos de la delincuencia; expresó que ningún sacerdote de la zona se había involucrado tanto para fomentar valores entre los jóvenes.
En tanto que Anilú Mandujano, coordinadora del Movimiento Familiar Cristiano Juvenil (MFCJ), resaltó que el sacerdote ha impulsado al ámbito juvenil e incluso en noviembre del año pasado efectuó un retiro en el que participaron más de 130 adolescentes de nueve municipios de la diócesis.
A pesar de la protesta y de la mesa de diálogo con la comisión de feligreses, el obispo mantuvo su decisión de remover de su encomienda al sacerdote.
Con información de Milenio/Francisco Villeda