A sólo una semana de que se celebren las elecciones presidenciales en Estados Unidos, el candidato pro abortista Joe Biden, rival de Donald Trump, sufrió un nuevo tropiezo que reitera su incapacidad mental para convertirse en el próximo Presidente de Estados Unidos.
El domingo, en una reunión pública, afirmó textualmente que había reunido «la mayor organización de fraude electoral» de la historia.
Al día siguiente (ayer, lunes), acompañado de su esposa y frente a las cámaras de televisión, Biden tuvo otro deliz: aseguró que su rival en las elecciones es…George Bush, y no Donald Trump.
Pero más tarde, Biden sufrió un auténtico colapso mental, al empezar a balbucear incoherencias, lo cual obligó a sus guardaespaldas a retirarlo del sitio donde estaba hablando.
Un informe divulgado por los medios informativos explica que “Biden perdió por completo el control de sus palabras y empezó a balbucear una serie de incoherencias, ante las cuales sus escoltas se apresuraron a apartarlo y a desviar a los camarógrafos de la escena”.
A pesar de la gravedad de la situación, la mayor parte de los medios de comunicación de Estados Unidos, ideológicamente ligados al socialdemócrata Partido Demócrata, silencian los desvaríos de Biden.
Analistas políticos indican que de ganar las elecciones, en realidad Biden no gobernaría, sino la mujer que figura como su compañera de fórmula, la socialista Kamala Harris.
En forma reiterada se ha dicho que Biden padece Demencia Senil.