Muchas cosas raras están sucediendo en este México nuestro, que parecen darnos la razón a lo manifestado en nuestra penúltima opinión. De entrada, la polarización sigue siendo tema recurrente en las conferencias mañaneras, en las que se divide al país entre aquellos que “me apoyan” y los que “me critican”, los aliados de “mi gobierno” y los adversarios de siempre.
Así, aunque se quiera disfrazar porque aún es temprano para mostrar todo el cobre, los hechos apuntan a que los planes del Foro de Sao Paulo respecto a México para dejar el poder absoluto en una sola persona se van cumpliendo, con un poder Judicial sumiso, siguiendo el juego del gato y el ratón, pero que al fin de cuentas el roedor siempre termina en las garras del felino; el caso más fuerte fue la aprobación de la consulta para juzgar a los expresidentes, aunque pretendiendo pintarse de democracia cambiaron la pregunta y con ello se llevaron entre las patas al presidente y sus subordinados de la 4-T que al final de cuentas también podrán ser considerados en la consulta para ser llevados a juicio.
Eso en cuanto al poder Judicial, y del Legislativo ni qué decir, pues su entrega por parte de los morenistas que hacen y deshacen a su antojo (pues son mayoría) está más que vista; tanto en la Cámara Alta como en la Cámara Baja pretenden vestir de democracia sus arrebatos legislativos, como la reciente aprobación para la desaparición de 109 fideicomisos en pleno año electoral. Habrá que esperar si habrá reglas de operación -y si las dan a conocer- de esos recursos que han pasado directamente a la Secretaría de Hacienda.
Y mientras tanto está más que visto que a los morenistas les queda grande el país. En pleno año electoral, lo cual va contra el reglamento del INE, siguen enfrascados en su encuesta para decidir al presidente y secretario general de Morena. Todo se ha centrado en una campaña de acusaciones entre los dos contendientes puntales: Mario Delgado Carrillo y Porfirio Muñoz Ledo. Éste último ganador por escaso margen en la que debió ser la contienda final, pero el INE declaró empate técnico y siguen en la gresca con jalones de pelo, rasguños y demás. Se ve que es grande la tajada de pastel que pretenden engullirse.
Y disculpe usted si nuestro comentario le causa escozor, pero el INE, que parecía y debía de ser el mejor defensor de la democracia parece que ya enrolló la cola y comienza a entregarse; ahí están las declaraciones del consejero presidente Lorenzo Córdova Vianello, cuando sin tapujos salió a decir que la famosa consulta en busca de juzgar a los expresidentes debía ser a la par que la elección, para ahorrarse los ocho mil millones de pesos que supuestamente costará dicha consulta de realizarse en agosto de 2021. Y ahora el Tribunal Electoral dándole la razón al odio y al rencor emanado por acatamiento desde el INE, negándole el registro al partido México Libre.
Allá van, poquito a poco avanzando en su estrategia. Pero lo peor ha sido el anunciado robo de medicamentos para tratamiento oncológico donde los más perjudicados han sido los niños con cáncer, que ya de por sí venían sufriendo el desdén oficial. Que se robaron los medicamentos, pero curiosamente la noticia no fue dada por la autoridad judicial; fue más fácil llamar a los padres de familia de esos pequeños predestinados a morir y hacerles saber del robo para que sean ellos quienes hagan la denuncia y el escándalo ante la opinión público.
Está muy claro, la autoridad responsable (¿o irresponsable?) no tuvo los arrestos suficientes para afrontar la situación y buscó escudarse en los padres de familia como portadores de la noticia. Y mientras son peras o son manzanas, mientras aparecen los autores del supuesto robo, sólo hay algo que no tiene nombre, que no tiene progenitora: a la autoridad le robaron los medicamentos, pero a esos niños les están robando toda esperanza de vida. Usted dirá.
Con información de Nuestra Voz de Campeche/Editorial