¿Qué pidió el obispo de Apatzingán a miembros del crimen organizado?

Guillermo Gazanini Espinoza
Guillermo Gazanini Espinoza

En su reflexión dominical, Cristóbal Ascencio García, obispo de Apatzingán, reveló lo que dijo a miembros del crimen organizado cuando fue detenido en un retén en uno de los caminos de la diócesis.

Al reflexionar sobre el evangelio del VI domingo del tiempo ordinario, el prelado señaló que vivimos “tiempos muy complicados, de confusión…”, y expuso lo que llamó “antítesis” con las cuales el Señor habla de las máximas a las que hemos de tender: No hemos de ser cumplidores de los mínimos, sino de la totalidad: “Han oído que se dijo a los antiguos… pero yo les digo…”

Ascencio García, en alusión al mandamiento del decálogo “No matarás”, meditó acerca de sus implicaciones, “un mandamiento que hace alusión al prójimo y está centrado en el resentimiento que puede transformarse en odio”. Así, según dijo, no ocultó la tristeza que la causa la normalidad de la actual cultural que ya no se acongoja cuando se quita la vida cualquier persona. “En la sociedad a través de películas, de series, de videojuegos, etc., se va implantado una anticultura de la muerte y los gobiernos presentan los asesinados sólo como estadísticas”, dijo el obispo en su reflexión de la Palabra de Dios en el VI domingo del tiempo ordinario quien recordó cuando en un retén del crimen organizado hizo una singular petición a quienes sostenían las armas: “Un día cuando en mi diócesis había retenes del crimen organizado, le dije a unos jóvenes que nos detuvieron: ‘Muchachos, cambien las armas por herramientas de trabajo’ y uno me contestó: Obispo, ésta es nuestra herramienta de trabajo que nos da la empresa”.

Ascencio García sentenció en su reflexión dominical: “Nosotros seguimos enseñando el mandamiento en el catecismo: “No matarás”, pero en la sociedad a través de películas, de series, de videojuegos, etc., se va implantado una anticultura de la muerte y los gobiernos presentan los asesinados sólo como estadísticas…”

En México, Cristóbal Ascencio es uno de los obispos que han revelado cómo retenes del crimen organizado les han detenido. En junio de 2022, Sigifredo Noriega Barceló, obispo de Zacatecas, en visita pastoral en los municipios de Huejuquilla a Tenzompa de norte del estado de Jalisco, dio con un ilegal puesto que les dio libre paso tan sólo con identificarse: “Nunca me había tocado pasar por un retén así, pero ¿cómo es posible?”, dijo el prelado.

El cardenal José Francisco Robles Ortega, arzobispo de Guadalajara, en junio pasado, en visita al norte del estado de Jalisco fue detenido “por dos retenes, que obvio son del crimen organizado, y le exigen a uno decir de donde viene, a que se dedica, que hace. O sea, eso es como lo más normal, lo más natural, pero ¿por qué?”, dijo a medios de comunicación.

De nuevo en junio, el obispo de Autlán, Rafael Sandoval Sandoval, fue víctima de asalto a mano armada, privado de su libertad le robaron vehículo, objetos personales, teléfono celular, cruz pectoral y anillo, abandonándolo en una brecha desconocida cuando, en la misma región de los Altos de Jalisco, un tráiler le cerró el paso. De acuerdo con el vocero de la diócesis, el prelado fue interceptado «en su camino, “lo dejaron a pie completamente, lo despojaron de sus pertenencias, fue en la carretera hacia Aguascalientes por ahí en Encarnación de Díaz, fue a mediados del mes de junio, se hicieron las denuncias pertinentes a la Fiscalía de Jalisco, gracias a Dios físicamente está bien, moralmente pues un poco todavía recuperándose de ese susto, fue una situación muy complicada, el señor obispo tiene 75 años ya es mayor, ha sido una cosa muy impactante para él y para nosotros”.

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