Los católicos que quedan en Alemania deberían dejar de lado las pequeñas diferencias existentes y unirse en vista de la actual apostasía masiva de la fe católica en su país, dijo el obispo Athanasius Schneider a LifeSiteNews.com (10 de mayo).
Schneider dijo esto con el telón de fondo de las «bendiciones» homosexuales alemanas – muy publicitadas por los medios de comunicación oligárquicos – que resultaron ser un enorme fracaso, ya que las pocas iglesias que las habían anunciado triunfalmente, permanecieron casi vacías.
Ante la apostasía y la indiferencia generalizadas, Schneider cree que «desde un punto de vista humano hay pocas esperanzas» de que la Iglesia en Alemania -que se mantiene artificialmente viva gracias a un impuesto eclesiástico impuesto por el Estado- pueda salvarse sin una «intervención divina».
En aras de la honestidad, Schneider propone que los obispos apóstatas alemanes dejen de llamarse «católicos romanos». Como nuevo nombre para su grupo, Schneider propone «Iglesia nacional católica alemana», «Iglesia católica alemana contemporánea», «Iglesia católica alemana ampliada», «Iglesia católica alemana baja» o «Iglesia católica alemana inclusiva» [que sólo excluye a los católicos].
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