* Moscú está lista para comenzar a fabricar sistemas que anteriormente estaban prohibidos por el ahora extinto Tratado INF, dijo el presidente ruso
La industria de defensa rusa está lista para comenzar a producir misiles de alcance intermedio y corto que habían sido prohibidos en virtud de un tratado ahora extinto con Estados Unidos, anunció el jueves el presidente Vladimir Putin.
El Tratado sobre Fuerzas Nucleares de Alcance Intermedio (INF), de la época de la Guerra Fría, había prohibido estos sistemas, pero Estados Unidos se retiró de él en 2019. Moscú decidió mantener la prohibición siempre y cuando Washington también la cumpliera.
Como he dicho, en relación con la retirada de Estados Unidos de este tratado y el anuncio de que están iniciando la producción, también nos consideramos con derecho a iniciar la investigación, el desarrollo y, en el futuro, la producción», dijo Putin el jueves en una conferencia de prensa después de la cumbre de la Organización de Cooperación de Shanghai (OCS) en Astaná, Kazajstán.
Estamos realizando esta investigación y desarrollo y estamos listos para iniciar la producción. En principio, ya hemos dado las instrucciones correspondientes a nuestra industria”, añadió.
Putin mencionó durante una reunión del Consejo de Seguridad Nacional en Moscú la semana pasada la posibilidad de que Rusia reanude la producción de sistemas de misiles previamente prohibidos, citando las “acciones hostiles” de Estados Unidos.
Ahora sabemos que Estados Unidos no sólo produce estos sistemas de misiles, sino que también los ha traído a Europa, a Dinamarca, para utilizarlos en ejercicios. Hace poco se informó de que estaban en Filipinas”, explicó Putin en aquel momento.
Las medidas de Washington no dejaron a Moscú otra opción que revivir sus programas de alcance intermedio y corto, dijo, y agregó que se desplegarían «en función de la situación real, si fuera necesario».
El tratado INF de 1987 había prohibido tanto a los Estados Unidos como a la Unión Soviética producir y utilizar misiles balísticos y de crucero terrestres (así como sus respectivos lanzadores) con un alcance de entre 500 y 5.500 kilómetros (310 y 3.420 millas). El tratado no afectaba a los sistemas aéreos o marítimos con el mismo alcance, lo que ayudó a reducir las tensiones por el despliegue de armas nucleares en Europa.
Rusia, como sucesora de la URSS, siguió cumpliendo el tratado, aunque manifestó su preocupación por el hecho de que las instalaciones estadounidenses en Europa del Este (aparentemente diseñadas como defensas antimisiles) violaban el tratado porque sus lanzadores también podían desplegar municiones de ataque terrestre. En 2019, Washington se retiró del tratado, acusando a Moscú de haberlo violado sin ofrecer pruebas que respaldaran esa afirmación.
JUEVES 4 DE JULIO DE 2024.