El fenómeno global de violencia contra sacerdotes, religiosos e iglesias católicas cobró una víctima más el fin de semana, con el asesinato de otro sacerdote, ahora en el estado nigeriano de Kaduna.
Los motivos de tales ataques son variados; desde el abietrto odio contra la fe, hasta venganzas, confrontaciones étnicas, ejecuciones del crimen organizado o la acción de solitario criminal bajo los efectos de la droga.
En el caso del sacerdote católico asesinado este sábado por un ataque de hombres armados en una finca del estado nigeriano de Kaduna, en el norte del país, se produce, según reporte de europapress, una semana después de otro ataque contra dos iglesias de la región.
El fallecido, padre Vitus Borogo, de 50 años, era capellán de la comunidad católica del politécnico estatal de Kaduna, según ha informado el responsable de la archidiócesis católica del estado, Christian Emmanuel.
Los hombres armados entraron en el lugar por la carretera de Kaduna-Kachia y procedieron a abrir fuego indiscriminado. De momento no hay constancia de más víctimas, según el ‘Premium Times’.
Los ataques de hombres armados — los comúnmente llamados «bandidos» — continúan sin cesar en el estado de Kaduna a pesar de la presencia de seguridad, y tienen entre sus objetivos a los viajeros, las comunidades rurales y las instituciones educativas para secuestrar a sus estudiantes a cambio de rescates.
con información de euroapress,
