Es una respetuosa pero firme rebelión la que se advierte entre muchos obispos norteamericanos contra el intento pontificio de acabar con la Misa Tradicional. Ahora es el turno del obispo de Portland, en el estado de Washington, que ha confirmado la libertad de celebración que gozan los fieles en su diócesis.
Aprovechando el espíritu de sinodalidad y el encargo de Francisco a los obispos en Traditionis custodes para decidir sobre la cuestión de la Misa Tradicional, un obispo norteamericano más, el de Portland, Alexander King Sample, ha elaborado al fin su reacción al motu proprio papal en un sentido probablemente contrario al deseado por el legislador.
Sample, que ha nombrado un vicario para la administración de la Misa Tradicional, padre John Boyle, ha comunicado a su grey que todos los sacerdotes y fieles adeptos a la celebración con el misal de 1962 tienen su permiso para continuar como hasta la fecha, añadiendo que los sacerdotes recién ordenados que deseen celebrar la misa tradicional, como ordena el motu proprio, deberán dirigirse al citado Boyle para obtener la correspondiente licencia.
En Portland no está instalado ningún instituto religioso dedicado al rito tradicional, de modo que su celebración es obra de distintas parroquias, dos frailes dominicos y varios sacerdotes jóvenes que han mostrado su interés por celebrar la Misa de las Eras.
Esta reacción ‘permisiva’, aunque prevista en la letra del motu proprio, iría contra su espíritu si hemos de creer en la respuesta dada por el prefecto para la liturgia, cardenal Arthur Roche, al primado de la Iglesia de Inglaterra y Gales, en el sentido de que la intención del documento papal es que la Misa Tradicional desaparezca en un tiempo limitado.
Por Carlos Esteban.
Infovaticana.