A punto de iniciar el ciclo escolar 2023-2024, el obispo de Cuernavaca, Ramón Castro Castro, se suma a las voces críticas de diversos sectores sociales ante las preocupaciones por la evidente manipulación de los libros de texto gratuito que pretenden el adoctrinamiento ideológico de los estudiantes conforme a los objetivos políticos del gobierno de izquierda que impulsa la llamada Nueva Escuela Mexicana.
Iniciando con la denuncia del Papa Francisco sobre la colonización ideológica que pretende destruir a la familia pronunciado en Manila, Filipinas, el 16 de enero de 2015, Castro Castro advierte de los momentos cruciales que vive la sociedad mexicana que clama por una educación de calidad.
A raíz de la publicación de los libros de texto gratuito, herramientas otorgadas sin costo a todos los estudiantes del país, sea en escuelas públicas o privadas, y que ha llevado de detonar recursos judiciales por la opacidad en su edición, el obispo advirtió que la Nueva Escuela Mexicana, concepto surgido de la contrarreforma educativa del presente gobierno, ha agudizado la emergencia educativa del país.
En lugar de impulsar el desarrollo integral de los estudiantes, el obispo advirtió del peligro de una “colonización ideológica” educativa de las actuales autoridades. La educación es “un derecho humano y no debe ser utilizada como instrumento de manipulación de colonización ideológica”, señaló.
Apuntó los temas que han agudizado el problema. “Se violó la Constitución por no seguir el proceso que dicta el artículo tercero que señala que el ejecutivo federal, para determinar los principios rectores y los objetivos de la educación inicial, debe considerar la opinión de los gobiernos de las entidades federativas y de diversos actores sociales o lucrados en la educación tales como los padres de familia, asociaciones de maestros y expertos en los distintos temas…”
Indicó que, según los estudios de especialistas, los materiales educativos no cumplen plenamente con “el criterio de orientar la educación en base a los resultados del progreso científico y no en fanatismo y prejuicios, fruto de ideologías ajenas al ámbito educativo”, así se vulneró el derecho de los padres a educar a sus hijos como mejor les convenga”, no se tomó en cuenta a los distintos actores de la educación comenzando por los padres de familia quienes tienen el derecho preferente sobre a educación de sus hijos como lo señalan diversos instrumentos internacionales. Para el obispo, los libros de texto gratuito “no se han construido a partir de criterios pedagógicos y didácticos que garanticen el buen aprendizaje de nuestra infancia y juventud con enseñanzas acordé a su edad y madurez”.
“La realidad nos interpela” ante los contenidos educativos con “evidente adoctrinamiento e ideologización”. De esta manera, el prelado asume la postura en defensa del derecho a la libertad educativa de los padres de familia y “esperar que la escuela sea un centro de formación en diversas disciplinas a fin de que entre ambas instituciones, familia y escuela, logren generar personas de bien con objetivos en la vida que construyan la sociedad que todos deseamos, pacífica y solidaria”.
Igualmente, Castro Castro refrendó su apoyo a las organizaciones y asociaciones de padres de familia que han promovido acciones para defender la educación de calidad como “una base necesaria para proteger nuestro hogar común y fomentar la fraternidad humana”.
