El Misionero del Espíritu Santo será elevado a los altares este sábado 14 de septiembre en Basílica de Guadalupe
Con fama por su dedicación a los enfermos y a la formación de la juventud, el padre Moisés Lira Serafín será proclamado beato en una celebración presidida por el prefecto del Dicasterio para las Causas de los Santos, cardenal Marcello Semeraro, este sábado 14 de septiembre en la Insigne y Nacional Basílica de Guadalupe. Con esta beatificación, la Familia de la Cruz tendrá a su segundo modelo de santidad, después de Concepción Cabrera de Armida, beatificada en mayo de 2019.
De acuerdo con los postuladores de la causa, Lira Serafín será propuesto como modelo en favor de la vida en el vientre materno y de las familias que enfrentan dificultades durante la gestación, gracias al milagro atribuido por su intercesión.
Fue el jueves 14 de diciembre de 2023, como un fruto de las fiestas guadalupanas, cuando fue difundido el decreto de la Congregación para las Causas de los Santos por el milagro atribuido a la intercesión del Venerable Siervo de Dios, Moisés Lira Serafín, fundador de la Congregación de las Misioneras de la Caridad de María Inmaculada.
Nacido en Zacatlán, Puebla, en 1893, la historia de Lira Serafín es la de esos misioneros que vivieron las penurias de los inicios del siglo, de la persecución religiosa y de las fundaciones con grandes ideales que ya no son comunes en nuestros tiempos.
Como la de otros venerables y santos, su vida no es la de los opulentos. De familia humilde, su vida fue modelada por los oratorianos de San Felipe Neri. Encaminó sus pasos hacia los estudios en Comercio, pero el descubrimiento de la vocación le llevó a ingresar al Seminario Palafoxiano en 1911 a los 18 años.
En 1912, se dice, durante unos ejercicios espirituales, vio que la medida de su vida entregada a Cristo debería ser total descubriendo su carisma como religioso. En esos momentos, el padre espiritual del Palafoxiano, Félix de Jesús Rougier, le planteó esa inquietud que lo llevaría a emprender el camino hacia la fundación en mente del venerable Félix.
Pero eran los tiempos de la convulsión revolucionaria. En 1914, Lira Serafín pasó unas semanas en aprehensión, de la cual comentó: “Cuando yo estuve preso en la persecución religiosa, decía: ‘Dios castiga, pero da de comer’. Decía esto este pobre hombre porque nos encerraron sin darnos de comer, ni saber si comíamos o no, si dormíamos o no”; rápido recuperó la libertad y el 23 de diciembre de ese año, justo 99 años atrás, fue la fecha que marcó el inicio de su vida religiosa al ser el primer novicio de la fundación del padre Rougier, los Misioneros del Espíritu Santo. Profesó el 4 de febrero de 1917 y había iniciado la filosofía, después la teología en el Seminario Conciliar de México; los dos últimos años en Morelia.
Ordenado el 14 de mayo de 1922 por la imposición de manos del obispo Leopoldo Ruiz en la casa de las Religiosas de la Cruz de Morelia, el padre Moisés marchó a Roma a la Universidad Gregoriana de 1926 a 1928, estancia que recordaría con especial predilección. De regreso a México dedicó su apostolado a la dirección espiritual y confesando en diversas comunidades, ejerció el cargo de ecónomo general de la Congregación de los Misioneros del Espíritu Santo, como superior local y predicador. Célebre es el voto particular que adoptó, el del abandono que hizo después de una crisis personal y espiritual.
El jueves santo del 29 de marzo de 1934 fundó a las Misioneras de la Caridad de María Inmaculada. Su fama de apóstol del amor a Cristo fue también la del amor a la Iglesia. Su especial dedicación, celo y ahínco por el ministerio le distinguieron en medio de las dificultades de salud entre 1948 y hasta su muerte, el 25 de junio de 1950.
La Familia de la Cruz goza de la intercesión de dos beatos. Seis más se encuentran en camino, entre esas, las causas más notables, la del padre Félix de Jesús Rougier y la del “protector” de las Obras de la Cruz, el primer arzobispo de Puebla, Ramón Ibarra González (1853-1917)
Con la elevación a los altares, el padre Moisés se une al conjunto de los más de 30 beatos mexicanos. La historia del padre Moisés Serafín se corona con el milagro que ahora lo hace beato y que fue ampliamente documentado en las páginas de El Sol de Puebla en junio de 2023, la curación de un bebé quien padeció hidropesía fetal.
La beatificación podrá seguirse en el canal de la Basílica de Guadalupe en punto de las 12 hrs del 14 de septiembre, tiempo del centro de México.