A través de su acostumbrado espacio de opinión, Ramón Castro Castro, obispo de Cuernavaca afirmó que si no hay ciudadanos que sepan distinguir la verdad, entonces habrá en consecuencia, un grupo de súbditos sin crítica de las cosas.
En su comentario, el obispo hizo un llamado a examinar el paso de los acontecimientos que hoy suceden en México , especialmente de las que incumben a los ciudadanos mexicanos, decisiones económicas, legales y económicas. “Los ciudadanos no debemos estar dormidos” afirmó Castro Castro, “no somos súbditos de nadie, no somos lacayos… somos personas con derechos y obligaciones… no podemos ser instrumentos para otros fines” dijo poniendo como parámetro el análisis y crítica que cada uno debe realizar en estos momentos de la historia.
Los ciudadanos no son súbditos que se dejan tratar como menores de edad, “que no piensan, que no analizan, que ni siquiera se enteran de lo que pasa, que no critican, que no preguntan si los políticos que dominan la comunicación social hablan o no con verdad” y puso de ejemplo la reciente aprobación de la reforma constitucional al Poder Judicial la cual, afirmó, fue aprobada bajo métodos “poco ortodoxos”, refiriéndose a las suspensiones que jueces federales han sentenciado debido a que el proceso legislativo estuvo plagado de errores e irregularidades.
Castro animó a los oyentes a construir una sociedad bien informada bajo los criterios de imparcialidad y sin apasionamientos, ajena a las ideologías, “con la cabeza fría y el corazón aplacado” para ser ciudadanos que quieran saber la verdad y no súbditos en un país “donde nos comemos la mentira a cambio de dádivas”
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