* La ley impuiesta por el gobierno socialdemócrata español pregonaba que a esos niños hay que «integrarlos» en los centros educativo ordinarios… ¿sacándolos de su realidad para adaptarlos a un mundo diseñado por quienes no conocen sus necesidades o para fomentar la crueldad adolescente?
El vídeo se ha difundido por redes sociales, que es lo que pretendían quienes grabaron al acoso a Antonio.Hablamos de un n menor de Santander con parálisis cerebral al que sus compañeros de clase encierran para golpearle y reírse de él; luego, lo graban y lo comparten en redes sociales.
Ha sucedido en el IES Leonardo Torres Quevedo de la capital cántabra.
Canal Sur se ha hecho eco del caso con una entrevista realizada a su madre.
“Es listo, es guapo y es muy sarcástico, me hace reír mucho. Es una persona muy inteligente”, así lo describe Carmen, que ha denunciado la situación. Según ella, es curioso que no hubiera ningún profesor o técnico presente durante aquellos angustiosos momentos para su hijo.
A pesar de que sus capacidades cognitivas están bien, Antonio “debería haber estado acompañado por un adulto en todo momento”, ya que necesita ayuda para ir al baño o para comer.
¿Entiende señora Celaá? Porque, recordemos que la ley Celaá pregonaba que a esos niños hay que integrarlos en centros no especiales… ¿sacándolos de su realidad para adaptarlos a un mundo diseñado por quienes no están familiarizados con sus necesidades o, simplemente no quieren verlas?
Volvemos con Carmen, que descubrió lo sucedido porque los agresores grababan la agresión y la compartían en redes sociales. Además, se lo enviaban a su víctima. “Descubrí estas imágenes porque son los medios con los que Antonio se maneja y se comunica”, explica. “En un momento dado, escuché algo que, como mamá, no me gustó. No puedo decir el qué exactamente. Entonces, le pedí que me diese el móvil y él se puso nervioso”.
“Ellos son supuestos amigos suyos, alguno ha venido a un cumpleaños de mi hijo, y le enviaron lo que habían grabado. No sé bajo qué punto de vista, no llego a comprenderlo”, prosigue.
En palabras de la denunciante, no se trata de una venganza. “A raíz de hablar con mi hijo, he visto que esto ha ido creciendo. Ha empezado flojito y ‘el juguete’ ha terminado de esta forma”, comenta sobre una situación muy complicada a nivel emocional. “Estoy indignada. No quiero transmitir pena, ni que mi hijo sienta que da pena”.
Asimismo, asegura que ninguno de los otros padres se ha puesto en contacto con ella todavía. «No, no lo han hecho, pero no sé si estoy en posición de escuchar a nadie. No estoy preparada para perdonar. No es mi tiempo de hablar, sino de decir ‘¿de verdad no os dabais cuenta de que hacíais daño?’”, reflexiona.
Ante la gravedad de los hechos, la Consejería de Educación de Cantabria ha activado el protocolo de acoso escolar en este instituto y se ha abierto un procedimiento disciplinario a los agresores, tomándose como medida cautelar la expulsión delos chavales durante cinco días.
La investigación sigue abierta, y hay que esclarecer si se trata de un episodio aislado o de un acoso. El proceso administrativo también continúa abierto y será donde se dirima si habrá o no sanciones mayores para los agresores, entre las que puede darse que tengan que cambiar de instituto.
Mientras, en las redes sociales surgen las reacciones y el apoyo a esta madre y su hijo.
Por VIRGINIA GUTIÉRREZ.
VIERNES 28 DE MARZO DE 2025.
HISPANIDAD.