Al menos 27 inmigrantes murieron el miércoles al naufragar su embarcación frente a la costa de Calais. Entrevistado por Sonia Mabrouk en Europe Matin, el cardenal Robert Sarah volvió a hablar de este drama, el más mortal desde el aumento en 2018 de los cruces migratorios del Canal de la Mancha. El purpurado hizo un llamamiento a combatir este mal de raíz.
El miércoles, 27 migrantes murieron tras el naufragio de una embarcación frente a Calais. «Francia no dejará que el Canal de la Mancha se convierta en un cementerio», ha dicho Emmanuel Macron, pidiendo el «refuerzo inmediato de los medios de la agencia Frontex en las fronteras exteriores» de la UE. En una entrevista en Europe Matin el jueves, el cardenal Robert Sarah, Prefecto emérito de la Congregación para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos, habló de la tragedia y, más concretamente, de la cuestión migratoria.
«Combatir este mal de raíz»
«Mi reacción es rebelarme. Hay una triple traición. A los jóvenes de África se les arrebata su país, su inteligencia, su vida. Entonces, a estos jóvenes se les presenta Europa como un El dorado, se les dice que lo tendrán todo, cuando esto no es cierto. Y por último, no reaccionamos contra los contrabandistas que se aprovechan de su ingenuidad y les hacen sucumbir en medio del mar. Debemos combatir este mal de raíz y presentar a Europa tal y como es, también con sus dificultades», dijo.
Según él, es un error creer que las fronteras no existen. «Lo importante es ayudar a África a desarrollarse localmente, y garantizar que estos jóvenes encuentren trabajo y se queden en casa», continuó. «Tenemos que decirles que sirvan a su país y a su continente. También dijo que si Europa continúa en esta dirección, «será invadida por una población extranjera».
El riesgo de «naufragio» es posible para el cardenal Robert Sarah. «¿Qué nación no atesora su patrimonio?», preguntó. «Mi idea es que todo el mundo conserve sus raíces, su riqueza cultural e histórica, y la comunique a sus hijos. Esto es lo que hemos recibido todos», dijo, comparando la situación de Europa con la «autodestrucción». «Espero que Europa tome conciencia de que es necesario discernir y evolucionar con inteligencia, manteniendo su tradición»
El purpurado comentó el «colapso de Occidente»: «Si decimos que ya no somos cristianos, somos como un árbol que flota (…) un árbol que flota sin raíces no tiene futuro».