La negativa de Francisco a responder las Dudas de algunos cardenales, sorprendió a Benedicto, asegura Gänswein

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‘Solo la verdad’, el libro en el que monseñor Georg Gänswein aclara las polémicas que rodearon al Papa Emérito, aún no se ha publicado, pero las copias del original circulan ya por muchas redacciones. LifeSiteNews dispone de una, y cuenta algunas de sus revelaciones.

La renuncia de Benedicto el 11 de febrero de 2013 sorprendió al mundo, pero no a todo el mundo. Gänswein afirma en su libro afirma que varias personas conocían de antemano la intenciones de Benedicto XVI y el propio Gänswein fue informado por Benedicto XVI el 25 de septiembre de 2012. Según Gänswein, Benedicto había planeado anunciarlo en el discurso de Navidad a la Curia Romana, el 21 de diciembre de 2012, marcando el 25 de enero como fecha final de su pontificado, pero entre Gänswein y el secretario de Estado, cardenal Tarcisio Bertone, convencieron al Papa para que retrasara el anuncio hasta febrero.

Dado que las homilías curiales de Cuaresma seguirían próximamente al anuncio de febrero, también se informó al predicador de la casa pontificia, el cardenal Gianfranco Ravasi, para que preparara adecuadamente sus reflexiones. Los miembros de la casa papal fueron informados la semana anterior al anuncio.

Gänswein también se esfuerza por disipar las dudas sobre la validez de la renuncia de Benedicto XVI. Sostiene que al anunciar su renuncia “Benedicto cumplió exactamente lo que estipula el Código de Derecho Canónico (can. 332 §2): “En el caso de que el Romano Pontífice renuncie a su oficio, se requiere para la validez que la renuncia se haga libremente y que se manifieste debidamente, no se requiere en cambio que nadie lo acepte.” Evidentemente, en respuesta a los que todavía afirman que no hay constancia formal de ese acto, se estampó en el papel la fecha y la firma autógrafa del Papa y su declaración fue verbalizada por un protontario apostólico, que redactó el acta del Consistorio, que es guardados en los archivos apropiados para la memoria perpetua.”

Refiriéndose a la reacción de Benedicto XVI al controvertido documento del Papa Francisco Amoris Laetitia , Gänswein asegura que Benedicto “cuestionó el significado de algunas notas [al pie de página], que generalmente señalan la cita de una fuente, mientras que en este caso expresaban un contenido significativo”.

“Tras el debate que se desarrolló los meses posteriores, todavía no comprende por qué se ha permitido que en ese documento flotara cierta ambigüedad, permitiendo interpretaciones no inequívocas”, escribe Gänswein.

Sin embargo, Benedicto se negó a opinar públicamente, ni «respondió a las preguntas que le habían llegado, ya que eso habría sido una intrusión ilícita», escribió Gänswein. El Papa Emérito también mostró su sorpresa por la reacción silente de Francisco a las Dubia enviadas por los cardenales Burke, Cafarra, Meisner y Brandmüller. Según Gänswein, “Benedicto solo estaba humanamente sorprendido por la ausencia de cualquier indicio de respuesta del pontífice, a pesar de que Francisco normalmente se mostraba dispuesto a reunirse y hablar con cualquiera”.

Por CARLOS ESTEBAN.

Miércoles 11 de enero de 2023.

Infovaticana,

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