* Para el santo obispo de Hipona, el arte no niega la ciencia. Una reflexión aún más válida en nuestros tiempos que relegan el ámbito musical al mero sentimentalismo.
* La misma Iglesia, motor de nuestra civilización, ha reducido la música sacra a jóvenes equipados con guitarras
A veces, cuando hablamos de música tendemos a refugiarnos en el sentimiento, en el ámbito puramente estético. Pero la música no es sólo eso, es también técnica, es dominio sobre la forma que se inclina a las necesidades del pensamiento. Cualquiera que tenga que tratar directamente con la música sabe bien que el proceso que lleva a realizar lo que se piensa o imagina en la práctica musical, es uno de los más complejos.
No es frecuente que un pensador cristiano , a quien la Iglesia considera tal modelo de vida como para proponerlo para la veneración de los fieles, se haya ocupado específicamente de esta cuestión. Sin embargo, uno de los pensadores cristianos más eminentes lo hizo: San Agustín.
Si empezáramos a hablar de la aportación intelectual de san Agustín al pensamiento cristiano , muy fácilmente nos perderíamos, tan vasta es su producción y tan profundo su pensamiento. Existen referencias a la música en muchas de sus obras, pensemos en el pasaje de las famosísimas Confesiones en el que habla de su profunda emoción al escuchar los himnos sagrados.
Un capítulo del benedictino Jordi Augusti Piqué Collado titulado La dimensión sacramental de la música en Agustín (tomado del libro Teología y musíca, Pontificia Univ. Gregoriana, Roma 2006) entre otras cosas afirma:
«En Agustín la música no se entiende como un simple medio, un instrumento o una clave. No pierde de vista su ambivalencia, ni olvida su capacidad de evocar lo trascendente. La Palabra se une al elemento sonoro, la melodía se une al sentido. Lo inefable se une a la expresabilidad sonora. Lo festivo se manifiesta en la experiencia».
Es cierto que este elemento de ambivalencia de la música es muy importante en Agustín si recordamos su profunda emoción al escuchar los himnos sagrados antes mencionados, pero también la denuncia en varias páginas del peligro que representa la música como medio de seducción.
Pero Agustín profundiza aún más el discurso porque entiende que el discurso técnico sobre la música no es contrario al disfrute de ella, al contrario, nos ayuda a comprender cuál es la mejor manera de asegurarnos de que la música sea eficaz para los fines que los músicos se proponen. . Piensas que hemos pasado de la reflexión de un San Agustín a una música que utiliza medios baratos en nuestras liturgias. La ciencia de la música no niega el arte musical, pero lo convierte cada vez más en un instrumento de elevación espiritual.
El tratado de San Agustín titulado De Musica nos muestra cómo para el santo de Hipona el arte no niega la ciencia. El texto, construido en forma de diálogo entre discípulo y maestro, no es fácil de leer pero está lleno de ideas muy interesantes para la reflexión. Por ejemplo, la definición que os da de la propia música, siguiendo la estela de autores anteriores: «La música es la ciencia de medir rítmicamente, según el arte». Vemos cómo en esta definición el arte y la ciencia están íntimamente conectados y cómo casi forman las diferentes partes de un solo objeto.
Volvamos a la importancia que la reflexión de Agustín tiene para nosotros hoy , en un tiempo en el que la misma Iglesia, motor de nuestra civilización, ha reducido la música sacra al pasatiempo de jóvenes inconscientes equipados con guitarras. Uno podría pensar cómo fue posible caer tan bajo y tan rápido y sólo podemos darnos cuenta de cómo la Iglesia está perdiendo una batalla cultural crucial, una batalla perdida cuyos efectos se están sintiendo en el campo espiritual.
La Iglesia fue la institución que dio sentido a nuestras vidas…mientras hoy parece haber quedado reducida a un capellán poco escuchado de quienes manejan los destinos del mundo desde sus lugares oscuros.
- Centro para la Acción Litúrgica (Roma): miembro ordinario
- Asociación de Profesores de Liturgia (Padua)
- Asociación Estadounidense de Directores Corales (EE. UU.)
- Orden de San Jorge (Roma-España): caballero
- Iglesia de Santa Maria dell’Orto (Roma): Maestro y Organista Honorario
- Seminario Saint Joseph (Macao): Maestro y organista honorario
Ha impartido varios talleres, en particular uno en Hong Kong sobre música religiosa que dirigió durante dos semanas en verano durante tres años.
También fue uno de los ponentes de los talleres durante los Juegos Mundiales de Coros en Cincinnati (EE.UU., 2012).
Ha impartido talleres en varias Universidades alrededor del mundo, como Pepperdine University (EE.UU.), Chinese University of Hong Kong (Hong Kong), City University of Hong Kong (Hong Kong), Macau Polytechnic Institute (Macao).
2014
Doctorado con tesis centrada en Música e Historia: Una Historia Sonora .
2002 – 2004
Semiología del Renacimiento con Francesco Luisi (editor de la tercera edición nacional de las obras de Palestrina).
1990 – 2000
Estudios adicionales de órgano y composición con Giuseppe Agostini (un destacado organista y maestro de coro en Italia). Logro del primer nivel de Órgano (número uno sobre tres para el Diploma final).
1999
Graduado con el título final en música coral en el Conservatorio de “San Pietro a Maiella’, Nápoles.
1988 – 1992
Polifonía renacentista y formas musicales polifónicas con Domenico Bartolucci.
Lunes 28 de agosto de 2023.
lanuovabq.