La justicia genera paz

Adriana Martínez Estebanes
Adriana Martínez Estebanes

El próximo 20 de enero, la arquidiócesis primada de México (APM) llevará a cabo su peregrinación anual y donde se nos ha pedido orar por la Asamblea Arquidiocesana y la Paz.

Además de las oraciones, que por supuesto son más que necesarias, considero que lo que la APM debe atender son todas las denuncias contra sacerdotes dentro de su jurisdicción, ya que los escasos protocolos con los que cuentan, la forma en cómo se conducen las investigaciones, por darle un nombre, el seguimiento y actividades que se llevan a cabo para según investigar, (aspecto que dista mucho de esto), el análisis, la valoración probatorio y de “verdad” que otorgan a documentos y testigos a modo que, al parecer, son los mismos que los sacerdotes señalados usan una y otra vez para generar testimonios cargados a su favor

Todo eso impide la certeza acerca del suficiente desahogo de las denuncias recibidas, si realmente son analizadas por jueces competentes y si las pruebas son debidamente valoradas, especialmente en un procedimiento canónico donde se da mayor valor y credibilidad a testigos a modo que a documentos que observan una cadena de custodia inviolable

Sumamente raro en los procesos canónicos que esto suceda en pleno siglo XXI, especialmente cuando la tecnología, mensajería instantánea, correos electrónicos, mensajes de voz, fotografías o comprobantes bancarios son más fidedignos e infalsificables y que hacen prueba plena, mejor que los testimonios de personas que con su sola palabra y, en muchos casos, sin conocer el caso y a los denunciantes ni pormenores de la situación, opinan solo de oídas sin soporte alguno de por medio.

De hecho a este mismo respecto resulta muy conveniente resaltar lo que el mismo semanario Desde la Fe en su número del 18 de diciembre del 2022 menciona: «La violencia jamás debe verse como la excusa perfecta para solucionar los diferendos o los antagonismos…” ¡Cuánta falta hace que esta frase la haga suya no solo las autoridades de la APM sino todos sus miembros que la conforman!, incluyendo a sacerdotes quienes, desde su posición, generan acciones de violencia en contra de otros como ya se ha mencionado aquí mismo, ejemplo de ello son los sacerdotes Juan Carlos Ávila Reza y Carlos Rivas Gutiérrez que ya hemos comentado abundantemente.

Resulta también muy valioso resaltar lo dicho por su Santidad Juan Pablo II en su mensaje para la celebración de la XXXV Jornada Mundial de la Paz el 1 de enero del 2022 donde nos dice:

NO HAY PAZ SIN JUSTICIA.
NO HAY JUSTICIA SIN PERDÓN

Ahora que el 20 de enero la APM peregrinará a la Basílica de Guadalupe, debemos pedir encarecidamente para que todas y cada una de las denuncias recibidas sobre conductas delictuosas e irresponsables de los sacerdotes no queden impunes.

Para que cada denuncia recibida tenga una investigación verdadera y correcta, por la protección de los denunciantes, por un proceso de atención humano, no de revictimización y, sobre todo, real porque muchos, al levantar la voz, son estigmatizados al interior de la propia APM.

Oremos este 20 de enero a nuestra Madre Santísima para que todos esos valientes denunciantes que no han querido callar los delitos cometidos en su contra, tengan un proceso justo, transparente y confiable recibiendo justica para hacer posible que reine la paz.

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