«La familia es el primer lugar donde se aprende a amar»: Francisco

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n la tarde de este sábado 25 de junio, en la Plaza de San Pedro, el Cardenal Kevin Farrell, Prefecto del Dicasterio para los Laicos, la Familia y la Vida, ante la presencia del Papa Francisco, en el penúltimo día del Encuentro Mundial de las Familias.

Después de los tres días de testimonios fuertes, esperanzadores y reconfortantes en el Congreso Teológico-Pastoral, cerca de 25.000 fieles de los diferentes países participantes en el X Encuentro Mundial de las Familias asistieron, en la tarde de este sábado 25 de junio, a la celebración eucarística en la Plaza de San Pedro. Presidida por el Cardenal Kevin Farrell, Prefecto del Dicasterio para los Laicos, la Familia y la Vida, la homilía fue pronunciada por el Santo Padre Francisco, quien dijo que “este es el momento de la acción de gracias”. (El texto íntegro se puede leer aquí)

“Hoy presentamos ante Dios con gratitud —como en un gran ofertorio— todo lo que el Espíritu Santo ha sembrado en ustedes, queridas familias”, indicó el Papa, quien expresó que ahora presentan todo al Señor, “y le pedimos a Él que los sostenga con su fuerza y con su amor”.

“Son papás, mamás, hijos, abuelos, tíos; son adultos, niños, jóvenes, ancianos; cada uno con una experiencia diferente de familia, pero todos con la misma esperanza hecha oración. Que Dios bendiga y proteja a sus familias y a todas las familias del mundo”

Francisco se refirió a la libertad, tomando la segunda lectura de San Pablo como punto de inspiración. “La libertad es uno de los bienes más valorados y buscados por el hombre moderno y contemporáneo”, dijo Francisco.

“Todos ustedes cónyuges, formando su familia, con la gracia de Cristo han hecho esta elección valiente: no usar su libertad para ustedes mismos, sino para amar a las personas que Dios ha puesto a su lado.”

 

“No hay ‘planetas’ o ‘satélites’ que viajan cada uno en su propia órbita”

 

El Sucesor de Pedro consideró que “en vez de vivir como “islas”, os habéis puesto “al servicio los unos de los otros”. “De este modo, de acuerdo con Francisco, se vive la libertad en familia. No hay “planetas” o “satélites” que viajan cada uno en su propia órbita. La familia es el lugar del encuentro, del compartir, del salir de sí mismos para acoger a los otros y estar cerca de ellos. Es el primer lugar donde se aprende a amar.

“Hermanos y hermanas, mientras reafirmamos esto con gran convicción, sabemos bien que en los hechos no siempre es así, por muchos motivos y muchas situaciones diversas. Y así, precisamente mientras afirmamos la belleza de la familia, sentimos más que nunca que debemos defenderla. No dejemos que se contamine con los venenos del egoísmo, del individualismo, de la cultura de la indiferencia y del descarte, y pierda así su “ADN” que es la acogida y el espíritu de servicio.”

 

Relación entre generaciones

 

Reflexionando sobre la relación entre los profetas Elías y Eliseo, presentada en la primera lectura, Francisco aseguró que “nos hace pensar en la relación entre las generaciones, en el “paso del testigo” de padres a hijos.

“Esta relación en el mundo de hoy no es sencilla y a menudo es motivo de preocupaciones. Los padres temen que los hijos no sean capaces de orientarse en la complejidad y en la confusión de nuestras sociedades, donde todo parece caótico y precario, y que al final pierdan su camino. Este miedo hace a algunos padres ansiosos, a otros sobreprotectores, y a veces termina incluso por impedir el deseo de traer nuevas vidas al mundo.”

“Dios no es ansioso”

 

Luego, el Papa enfatizó la importancia, para los padres, de contemplar el modo de actuar de Dios, y aseveró que “Dios ama a los jóvenes, pero no por eso los preserva de todos los peligros, desafíos y sufrimientos. No es ansioso ni sobreprotector; al contrario, confía en ellos y llama a cada uno al alto sentido de la vida y de la misión”. E insistió: “Dios no es ansioso”.

“Queridos padres, si ayudan a sus hijos a que descubran y acojan su vocación, verán que ellos estarán “aferrados” a esta misión y tendrán la fuerza de afrontar y superar las dificultades de la vida.”

 

“Abrazar la propia vocación con amor fiel”

 

Según el Obispo de Roma, “no hay nada más estimulante para los hijos que ver a los propios padres vivir el matrimonio y la familia como una misión, con fidelidad y paciencia, a pesar de las dificultades, los momentos tristes y las pruebas”.

“Queridas familias, también ustedes están invitadas a no tener otras prioridades, a “no volverse atrás”, es decir, a no echar de menos la vida de antes, la libertad de antes, con sus ilusiones engañosas. Cuando no se acoge la novedad de la llamada de Dios la vida se fosiliza, añorando el pasado. Cuando Jesús llama, también al matrimonio y a la familia, pide que miremos hacia adelante y siempre nos precede en el camino, siempre nos precede en el amor y en el servicio. Quien lo sigue no queda defraudado.”

 

«La Iglesia está en ustedes»

 

Tras subrayar que providencialmente las lecturas de la liturgia de la celebración hablan, providencialmente, sobre vocación, que es justamente el tema del Encuentro: «El amor familiar: vocación y camino de santidad», Francisco señaló que «la Iglesia está con ustedes, es más, la Iglesia está en ustedes. De hecho, la Iglesia nació de una Familia, la de Nazaret, y está formada principalmente por familias. Que el Señor los ayude cada día a permanecer en la unidad, en la paz y en la alegría, mostrando a todos que Dios es amor y comunión de vida».

Al final de la celebración eucarística, el Cardenal Farrell dirigió un saludo al Papa, en nombre de todas las familias reunidas en la Plaza de San Pedro y de aquellas conectadas a través de los medios y las redes sociales. Expresó gratitud a Francisco por haber hecho posible este X Encuentro Mundial de las Familias.

Recordó que con este X Encuentro Mundial concluye el Año de la Familia Amoris laetitia, cinco años después de la publicación de la exhortación postsinodal. Se trata de un año que «ha querido dar un nuevo impulso a la pastoral familiar en las diócesis de todo el mundo».

“En efecto, «urge un compromiso renovado, en el que pastores y familias, bien formados, sepan trabajar juntos para ser más eficaces en la tarea de acompañar a los niños, a los jóvenes, a los cónyuges y a las familias enteras en los desafíos morales y espirituales de las sociedades actuales».”

El prefecto del dicasterio agradece a Francisco su atención y cercanía y los dones que ha efectuado a las familias en estos años de pontificado, a través de sus cartas, discursos, catequesis y pronunciamentos.

“Las familias perciben cada vez más su afecto como padre y sienten que comprende sus retos y problemas.”

El Purpurado anunció que el próximo encuentro de las familias con el Papa Francisco será el ‘Jubileo de las Familias’, que se celebrará en Roma en el marco del Jubileo de 2025, mientras que el XI Encuentro Mundial de las Familias tendrá lugar en 2028.

A las palabras de saludo del prefecto siguió la entrega del mandato misionero a las familias presentes en la misa. La invitación es a anunciar a todos la belleza de la familia y del Evangelio con especial atención a los más frágiles, llevando esperanza «a los que no la tienen» y «multiplicando el amor y la vida».

Sebastián Sansón Ferrari – Ciudad del Vaticano

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