El sacerdote chileno Felipe Berríos pretende dejar la Compañía de Jesús, tras cerca de 42 años de permanencia. Esto, luego de que la entidad iniciara una investigación en su contra por una denuncia de abuso sexual.
Tras ser notificado por la investigación, la Compañía de Jesús impuso a Berríos tres medidas cautelares: la suspensión del ejercicio sacerdotal, no trabajar con menores de edad y fijar residencia en Santiago. Por esto último, tuvo que dejar su casa en el Campamento Luz Divina, en el sector de La Chimba, en Antofagasta.
De acuerdo a La Tercera, Berríos manifestó a sus cercanos su intención de dejar Santiago y retornar a La Chimba. Para lograr ello, pretende renunciar a la Compañía de Jesús, con el objetivo de evitar la medida que pesa sobre él. La decisión ya la tiene tomada.
Berríos incluso barajó solicitar a la congregación que levanten la disposición de permanecer en Santiago. Pero al ver que esa posibilidad no rendía frutos, la descartó.
«Actos de significación sexual»
La Compañía de Jesús indicó a finales de agosto que la investigación previa determinó «la verosimilitud de actos de significación sexual de distinta relevancia que habrían afectado a siete mujeres jóvenes y adolescentes. Estos hechos se refieren a tocaciones y diversos traspasos de límites en el ejercicio del sacerdocio, entre los años 1993 y 2009».
Asimismo, indicaron que «la Instructora llegó a la conclusión, en esta etapa del proceso, que un hecho que habría afectado a una menor de edad de 7 u 8 años, resultó ser no verosímil, de acuerdo a los antecedentes recabados».
Por su parte, Berríos se autodenunció ante el Ministerio Público para que el organismo inicie una investigación. Tras ello, la Brigada de Delitos Sexuales de la Policía de Investigaciones (PDI), por orden de la Fiscalía Metropolitana Sur, allanó a principios de octubre las oficinas de la Compañía de Jesús, en Santiago, con el objetivo de incautar documentos en el marco de las indagatorias.
SANTIAGO DE CHILE,