* Universidad de los jesuitas le brinda tribuna y calumnia al arzobispo Cordileone.
* La pro abortista habló sobre la supuesta atracción del arzobispo por el «poder» del sacerdocio en un evento en la Universidad de Georgetown.
Durante un evento reciente en la Universidad de Georgetown, dirigida por jesuitas, la autoproclamada representante “católica” Nancy Pelosi retomó su lucha con el arzobispo Salvatore Cordileone y expresó su apoyo a la idea de las mujeres sacerdotes.
En un foro del jueves organizado por el Centro de Fe y Justicia de Georgetown, la ex presidenta de la Cámara de Representantes a favor del aborto afirmó extrañamente que su defensa política es «pro-vida», basándose en una especie de argumento de «prenda sin costuras» que eleva temas como la falta de vivienda y la inmigración a la equivalencia moral del aborto.
De manera similar, Pelosi afirmó que obispos como Cordileone, el arzobispo de San Francisco, están “dispuestos a abandonar la mayor parte” de la enseñanza social católica al supuestamente centrarse en el aborto a expensas de otros temas.
Cordileone prohibió a Pelosi recibir la Sagrada Comunión en su archidiócesis en mayo pasado. Escribió en una carta que ella primero debe “repudiar [su] defensa de la legitimidad del aborto y confesar y recibir la absolución de este grave pecado en el sacramento de la Penitencia”. Escandalosamente, Pelosi ha seguido comulgando en la Arquidiócesis de Washington, con la aprobación tácita del cardenal Wilton Gregory.
“Creo que [el aborto es problema de Cordileone], no mío, porque tuve cinco hijos en seis años y una semana”, dijo Pelosi, según el heterodoxo National Catholic Reporter .
Pelosi calumnió al arzobispo Cordileone por su apoyo a la Proposición 8, la medida electoral de California de 2008 que negó el reconocimiento legal de los “matrimonios” entre personas del mismo sexo, lo que implica que su oposición a la práctica inherentemente gravemente pecaminosa significa que piensa menos en las personas homosexuales.
“¿Cómo puedo decir esto amablemente? Hemos tenido cosas anti-LGBTQ muy negativas provenientes de [Cordileone] y otros”, dijo. “Entonces lo ha dejado muy claro, tal vez no todos somos hijos de Dios, tal vez no tenemos libre albedrío”.
La congresista también expresó su deseo de que el Papa Francisco considere la “ordenación” de mujeres al sacerdocio. Dijo que de niña se sentía más “atraída” por el sacerdocio que por la hermandad porque los sacerdotes ejercen un “poder real” en la realización de la Eucaristía. Pero la Iglesia siempre ha enseñado que es imposible que las mujeres lleguen a ser sacerdotes.
“Imagínense al sacerdote: Todos los días tienen el poder… de la transubstanciación, de convertir el pan y el vino en el Cuerpo y la Sangre de Cristo. Ese es el verdadero poder. Ahora estamos hablando de poder”, dijo. “Y por eso me atraía más eso que ser monja. Por otro lado, tal vez algún día las mujeres también puedan hacer eso”.
Sin embargo, durante el período de preguntas y respuestas hacia el final del foro, Pelosi declaró que tenía un “pequeño desacuerdo” con el Papa Francisco sobre el acuerdo secreto del Vaticano con el régimen comunista de China. Aunque los detalles específicos sobre el acuerdo nunca se han hecho públicos, es ampliamente conocido que el Vaticano permite que el Partido Comunista tenga la última palabra sobre el nombramiento de obispos.
Refiriéndose a la Iglesia clandestina, Pelosi llamó a los católicos chinos “mártires” y dijo que no han “ganado nada” con el acuerdo del Vaticano.
Por Evan Stambaugh.
WASHINGTON DC.
VIERNES 24 DE MARZO DE 2023.
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