El gobierno panista del estado mexicano de Chihuahua, que encabeza «Maru» Campos, acaba de dar otra muestra de negligencia: no solo no desarticuló un grupo de narciotraficantes cuyo líder tiempo después asesinó a dos sacerdotes y un civil, sino que ahora ha desestimado medidas cautaleras en favor de religiosos en peligro.
La actual gobernadora «Maru» Campos formó parte del gobierno priista que, de acuerdo a los documentos oficiales ya conocidos, conocía de la existencia de un grupo de narcotraficantes que operaba en un sector del estado de Chihuahua, y no hizo nada por acabar con él.
A dicho gobierno priista le sucedió uno panista, ancabezado por Javier Corral, que tampoco emprendió una acción definitiva contra esa misma facción del narco encabeza por un individuo apodado «El Chieco».
Y ya durante la gestión de «Maru» Campos como gobernadora fue que se produjo el asesinato de dos sacerdotes y un civil, el 29 de junio de 2022. Hasta la fecha no ha detenido a «El Chueco», a pesar del apoyo federal recibido.
Pero un hecho todavía más significativo es lo que un sacerdote jesuita acaba de revelar:
«En entrevista con Luis Cárdenas para la Primera Emisión de MVS Noticas, Javier Ávila, sacerdote jesuita, habló sobre las medidas cautelares otorgadas a 11 religiosos por parte de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos por agresiones del crimen organizado en Chihuahua.
«La Comisión reconoce que los habitantes de la comunidad de Cerocahui están en mucho riesgo y otorga este beneficio; le señala al Estado que debe tener especial cuidado con las personas de la región», comentó.
«Asimismo, reveló que el gobierno de Chihuahua pidió que se desestimaran las medidas cautelares, pues afirmó que los religiosos contaban seguridad, pese a que José Noriel Portillo, alias “El Chueco”, autor del asesinato a dos jesuitas, sigue prófugo.»
¿Qué pensar del comportamiento del gobierno panista de «Maru» Campos en el estado mexicano de Chihuahua?
AGENCIA CATÓLICA DE NOTICIAS/MVZ NOTICIAS.
DOMINGO 5 DE FEBRERO DE 2023.
