* El fiscal detalló que el Ministerio Público está recibiendo las denuncias «dentro del marco de la activación de las medidas de protección».
El fiscal general de Bolivia, Juan Lanchipa, expresó este jueves su “preocupación por la desidia” de la Iglesia Católica al no haber denunciado de forma oportuna las agresiones sexuales en la institución.
“Nos preocupa la desidia que tuvo la organización católica al no haber denunciado oportunamente los hechos y brindar una cobertura o una especie de protección a las víctimas”, declaró.
Al mismo tiempo, Lanchipa, informó que el Ministerio Público recibió ocho denuncias por pederastia en contra de sacerdotes, varios ya fallecidos, y se conformó una comisión de fiscales para la investigación de cada caso.
De acuerdo a Lanchipa, «hasta el momento la Fiscalía ha recibido ocho denuncias, las cuales están radicadas en La Paz, Cochabamba, Tarija y Santa Cruz. Estas denuncias hacen referencia a sacerdotes fallecidos y personas que todavía se encuentran con vida», manifestó a los medios.
Indicó que el Ministerio Público está realizando la investigación y que se dispuso que en cada caso se conforme una comisión de fiscales que haga seguimiento.
«Son varias personas las que están involucradas en las denuncias. Nosotros le vamos a dar el mejor tratamiento porque es un caso que totalmente duele, que es muy sensible para la sociedad», expresó.
El fiscal detalló que el Ministerio Público está recibiendo las denuncias «dentro del marco de la activación de las medidas de protección», que se brinda tanto a testigos como a los víctimas, para que puedan dar su declaración.
Asimismo, expresó que se contactaron con la Fiscalía en España para que realicen la «revisión del proceso en ese país».
También, a través de la «cooperación internacional», se comunicaron con el periódico español El País para que envíe un «ejemplar digital» del diario del jesuita español fallecido Alfonso Pedrajas, donde al parecer revela una serie de abusos sexuales que cometió en contra de al menos 85 menores bolivianos.
LA PAZ, BOLIVIA.
