En un periodo de cuatro años, la Diócesis de Saltillo ha autorizado únicamente tres exorcismos en la región Centro del estado, reveló el padre Paulo Sánchez, párroco del templo Verbo Encarnado en Monclova y uno de los sacerdotes facultados ad casum para realizar este tipo de rituales en situaciones excepcionales.
Explicó que los casos corresponden a dos personas adultas y una menor de 12 años, cuyas situaciones fueron evaluadas tras antecedentes ligados a rituales satánicos y consagraciones no consentidas a la Santa Muerte.
Sin embargo, el padre subrayó que la mayoría de las consultas por presunta posesión demoníaca están vinculadas en realidad a trastornos emocionales o mentales, no a fenómenos espirituales.

¿Están aumentando los casos de posesión?
“Es cierto que hay un aumento en las solicitudes de ayuda espiritual, pero en la mayoría de los casos no se trata de una manifestación maligna, sino de problemas psicológicos que requieren atención especializada”, explicó.
Para distinguir entre una posible posesión y un trastorno de salud mental, el sacerdote indicó que se trabaja con un equipo interdisciplinario compuesto por médicos, psicólogos y otros sacerdotes. Este grupo evalúa cuidadosamente cada situación antes de considerar cualquier tipo de exorcismo, especialmente el de carácter mayor, el cual solo puede realizarse con autorización del obispo.
¿Qué factores llevan a las personas a pensar que están poseídas?
El padre Paulo también enfatizó que la sugestión, la superstición y la falta de contención emocional suelen ser factores que llevan a las personas a creer que están bajo una influencia maligna.
“Hay quienes se sienten afectados por amenazas, maldiciones o por haber recibido objetos, pero lo que realmente enfrentan es ansiedad, depresión o traumas no tratados”, comentó.
¿Cuántos casos terminan en exorcismo?
Además de los tres exorcismos mayores realizados, se han atendido decenas de solicitudes mediante oraciones de liberación o exorcismos menores, los cuales no implican la presencia de una entidad demoníaca, pero sí un acompañamiento espiritual y emocional para quien lo solicita.
¿Quién puede practicar un exorcismo?
Sánchez recordó que esta labor requiere de formación constante y que los sacerdotes con este encargo asisten cada año a capacitaciones internacionales, particularmente con la Asociación Internacional de Exorcistas.
“No se trata de superstición ni de improvisación. Es una tarea que exige discernimiento, preparación teológica y conocimiento clínico”, concluyó.
Por LESLIE DELGADO.