La Conferencia Episcopal de Uruguay (CEU) difundió una nota sobre la eutanasia y el suicidio asistido titulada «Afrontando el final de la vida», queriendo hacer un aporte al debate público, en un momento en que el Parlamento aborda estos temas. La eutanasia y el suicidio asistido, dicen los obispos, son éticamente inaceptables, deben ser considerados como expresiones de «un delito muy grave, porque viola el más fundamental de todos los derechos humanos».
Los obispos afirman, frente a la eutanasia y el suicidio asistido, que esto “implica jurídicamente cambiar el valor absoluto de la vida humana y su carácter de derecho humano fundamental indisponible e inalienable, en contra de la Constitución y los derechos humanos”.
La nota distingue el orden jurídico del orden moral y, analizando varios artículos de la Constitución del país, señala que “el proyecto presentado pretende modificar la valoración social del principal derecho: el derecho a la vida”.
El episcopado uruguayo cree que quiere legalizar el suicidio y el asesinato «por compasión», con términos ambiguos y bases frágiles. Las consecuencias se llaman «una pendiente resbaladiza». La alternativa es una cultura del encuentro y del amor, con una reflexión sobre la verdadera compasión y el respeto a la dignidad de la persona, que sepa anteponer “la aceptación del enfermo como persona que atraviesa una situación difícil, transmitiéndole qué preciosa es su vida”, así como tratamientos y medicinas respetuosas.
MONTEVIDEO, Uruguay.
AGENSIR.