Aún no ha terminado el primer mes de 2021 y ya ha alcanzado una cifra histórica en el número de obispos fallecidos en todo el mundo, 24, presuntamente por la pandemia de coronavirus.
Si la pandemia del SARS2 está suponiendo la mayor crisis sanitaria mundial de nuestro tiempo en el mundo, uno de los colectivos que se están viendo más fatalmente golpeados es el de los obispos católicos. Han muerto ya 24 solo este mes de enero, el más letal desde que se mantienen registros, presumiblemente muchos de ellos por efecto del covid. El mes con más fallecimientos episcopales de los tiempos recientes fue, precisamente, el anterior, diciembre de 2020, con 23 obispos muertos.
Durante 2020, el promedio fue de 14,9 obispos muertos por mes, y durante la última década 12,6 por mes, mientras que a lo largo del último siglo, 8,3 por mes. Es cierto, en cualquier caso, que las cifras no son comparables a otras épocas en la historia de la Iglesia, ya que a partir del Concilio Vaticano II, especialmente, se produjo un notable aumento en el número de sedes episcopales.