El gobierno socialdemócrata español quiere profanar el Valle de los Caídos…y los obispos están de acuerdo

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* El gobierno de Sánchez quiere un reseteo de la memoria católica. Y la Iglesia española colabora.

El “Valle de los Caídos” fue construido después de la Guerra Civil Española como un lugar donde miles de combatientes de ambos bandos descansaran para la eternidad y rezaran por la paz y la armonía nacional, tarea encomendada a una comunidad de monjes benedictinos.

El recinto, situado a unos 50 kilómetros de Madrid, es propiedad de Patrimonio Nacional y alberga, además del monasterio, una basílica papal subterránea, una hospedería y la cruz más grande del mundo, visible a kilómetros de distancia. Desde 2007, los gobiernos liderados por el Partido Socialista Obrero Español (PSOE) han iniciado un proceso de «desmantelamiento» del lugar, que consideran fue construido para enaltecer únicamente a la derecha durante el conflicto, así como al régimen político establecido entre 1939 y 1975, liderado por Francisco Franco.

El último objetivo impulsado por José María Zapatero en su primer gobierno parece haber sido conseguido por Pedro Sánchez, gracias a una actitud francamente suicida de la Iglesia española y del Vaticano.

El Gobierno de Pedro Sánchez alcanzó un acuerdo con el Vaticano y el Arzobispado de Madrid para la salida del padre Santiago Cantera, abad benedictino del monasterio del “Valle de los Caídos”, y el “desmantelamiento” de parte del conjunto monumental, durante una reunión celebrada el 25 de febrero en el Vaticano entre el ministro de la Presidencia, Félix Bolaños, y el secretario de Estado vaticano, cardenal Pietro Parolín, acuerdo ratificado posteriormente por el arzobispo de Madrid, José Cobo, el 3 de marzo.

Los obispos españoles han apoyado plena y unánimemente , sin ninguna voz discrepante, el proceso de diálogo que la Iglesia ha mantenido con el Gobierno de Sánchez respecto a la secularización del “Valle de los Caídos”. Así lo confirmó este viernes monseñor Francisco César García Magán, secretario general y portavoz de la Conferencia Episcopal Española (CEE), durante la rueda de prensa al término de la 127 Asamblea Plenaria.

Según explicó García Magán, este diálogo entre la Iglesia y el poder ejecutivo ha estado acompañado en todo momento por la Santa Sede y fue liderado inicialmente por el presidente y el vicepresidente de la Conferencia Episcopal.

En las últimas semanas, el principal responsable del diálogo ha sido el cardenal arzobispo de Madrid, José Cobo, acompañado sólo en una primera fase por el Nuncio Apostólico en España, Monseñor Bernardito Cleopas Auza, quien desde el pasado 22 de marzo es nombrado Nuncio ante la Unión Europea.

El relato que contó el Secretario General de la Conferencia Episcopal Española ayer, 4 de abril, al final de la sesión plenaria, deja sin palabras. La Iglesia española, como la italiana bajo el reinado del cardenal Zuppi, ha sido completamente remodelada con el nombramiento de obispos pusilánimes, dedicados sólo a la búsqueda de privilegios reclamados por sacerdotisas fracasadas y practicantes LGTBI, sin ninguna pasión por la memoria católica e histórica del país, ni ningún respeto por la tradición siempre viva del anuncio cristiano.

Según monseñor García Magán, el Gobierno ha manifestado «la intención de ‘resignificar’ la basílica, su profanación y la salida benedictina», temas tratados por el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, el 11 de octubre de 2024, durante el encuentro con el papa Francisco en el Vaticano, además de la propuesta «de destruir la cruz que preside el conjunto monumental».

Tras una serie de reuniones entre Félix Bolaños, ministro de la Presidencia española, y el secretario de Estado vaticano, cardenal Pietro Parolin, se pusieron en común tres puntos fijos: «La permanencia de la comunidad benedictina, el mantenimiento de la basílica para rezar por todos los caídos en la cruenta Guerra Civil española y la conservación de todos los símbolos religiosos» en el complejo monumental, incluida la cruz. Todo esto costó la destitución del prior de la abadía, fray Santiago Cantera, sustituido hace unos días por fray Alfredo Maroto.

Sin embargo, el propio monseñor García Magán reconoció que los obispos «desconocen los detalles del plan de renovación» más allá de los tres puntos mencionados y que hasta el momento solo hay «cartas y notas intercambiadas con el gobierno sobre esos tres puntos pero que necesitan ser corroboradas en un acuerdo que aún no está escrito».

¿Superficialidad o rendición al chantaje del Gobierno socialista-comunista de Sánchez que había presentado en el Parlamento el 25 de marzo, a través de los grupos parlamentarios del PSOE y Sumar, la propuesta de crear una subcomisión de investigación únicamente sobre abusos sexuales en la Iglesia católica?

El Gobierno español invertirá seguramente 30 millones de euros para la profanación del Valle de los Caídos, de los que cuatro millones se destinarán al concurso de ideas y la redacción del proyecto, mientras que 26 millones para toda la museografía y la construcción del museo o centro de interpretación, que se levantará en la explanada que da acceso a la basílica, pero dado que se trata de un «lugar complejo de memoria», se plantea la necesidad de que el proyecto sea llevado a cabo por un «equipo multidisciplinar» que contribuya a dar «una nueva perspectiva anclada en los principios y valores de la constitución».

En los próximos días se convocará un concurso internacional de ideas para la “resignificación” del complejo monumental. Estas ideas serán evaluadas por un jurado “independiente” compuesto por profesionales de “reputación” y también por un miembro de la Iglesia, en concreto el Delegado Litúrgico del Arzobispado de Madrid, Daniel Alberto Escobar Portillo.

El jurado seleccionará a diez finalistas y el ganador se anunciará en septiembre de 2025, tras lo cual se licitará la obra a finales de 2026. El proceso es claramente acelerado y pretende remodelar la memoria histórica española glorificando a los carniceros anarquistas y comunistas.

En cualquier caso, sólo el domingo pasado, miles de sencillos fieles habían acudido a asistir a la Santa Misa en el monasterio benedictino situado junto al monumento nacional y el jueves 3 de abril, durante la reunión de los obispos españoles, varios centenares de fieles se manifestaron frente a la sede de la Conferencia Episcopal para protestar contra la «complicidad» de los obispos en la profanación del Valle de los Caídos.

Bajo el título «Manifiesto de los católicos españoles en defensa de la Basílica del Valle de los Caídos», los organizadores siguen pidiendo a los obispos que hagan valer su autoridad espiritual ante la secularización y posible profanación de un lugar sagrado, declarado basílica menor por la Santa Sede en 1960.

El manifiesto cita expresamente el decreto de elevación a basílica menor, firmado por el papa Juan XXIII, en el que se declaraba que cualquier acción contraria a lo establecido carecería de valor y efecto.

Los organizadores piden a los obispos españoles, así como a la Secretaría de Estado del Vaticano, que defiendan públicamente el carácter sagrado del lugar y rechacen cualquier medida que amenace su condición de templo católico.

Por ello, la Fundación de Abogados Cristianos ha presentado en los últimos días un recurso ante la Audiencia Nacional para frenar el proceso de «desmantelamiento» del Valle de los Caídos que impulsa el Gobierno español.

Nada está perdido, pero si además de los enemigos jurados de la religión cristiana, incluso dentro de la Iglesia se trabaja para demoler la tradición y la memoria, todo se vuelve mucho más complicado y difícil.

Luca Volonte

Por LUCA VOLONTE.

SÁBADO 5 DE ABRIL DE 2025.

CIUDAD DEL VATICANO.

LANUOVABQ.

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