El caso del PIN Parental en Nuevo León

Gladium
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Entre los meses de mayo y junio en Nuevo León se discutió el tema del PIN Parental, que consistía en que los padres pudieran aceptar la educación sexual y de género que las escuelas públicas comenzarían a impartir para “combatir” los abusos sexuales que van al alza. El PIN Parental no fue aceptado y las voces de los “politiquillo” y los “filosofillos” clamaban por lo alto dando voces de alegría porque esto significaba la liberación de los infantes del pesado yugo de los padres. El PIN Parental, me parece, era una ligera y, a la vez, débil resistencia a lo que se viene forjando hace siglos: La sustitución de las instituciones naturales por unas artificiales que pretenden construir una “Comunidad perfecta” de seres humanos. Cuando uno de esos “filosofillos” proclamaba que los hijos no son propiedad de los padres, lo que escondía detrás de ello era la idea de erradicar la noción de “Patria potestad” de los padres.

Con un canto de “sirena” que se escucha dulce y bondadoso, los conceptos que maneja el discurso que pretende “defender” a los infantes esconden algo “diabólico” y “grotesco”: El despojar a los padres de sus hijos. No debemos ser ingenuos a tal suceso que ocurre frente a nuestras narices mientras nosotros lo aceptamos sumisos, pues el Estado Leviatán, como lo llama Juan Manuel de Prada en uno de sus artículos, piensa que los niños son “huérfanos” que han sido mal educados por sus padres y que además deben ser salvados de ellos. La idea de un Estado “Superman” que debe ir al rescate antropológico de las dolencias de los hombres y que por ello debe atomizar las instituciones que le pongan resistencia a la búsqueda de una “sociedad sin violencia alguna”, entre ellos las familias.

El Estado, por tanto, pretende sustituir a los padres en su roll de educador y como Huxley en su novela “Mundo Feliz”, toma el lugar de la familia para construir un “hombre nuevo”. Así, el Estado dejando huérfanos a los niños, pues sus padres son el origen de la ignorancia y de su perdición, no tarda en tomar el roll de “Padre educador” y sembrar en sus mentes un conjunto de patrañas ideológicas que sirven para alinearlos a las exigencias políticas que todos los “ciudadanos deben obedecer”.

En fin, una maquinaria que poco a poco va tomando los roles naturales que existen y que al tomarlos se hace depredador de ellos. La resistencia hay que ponerla, sin duda, sin embargo, no es una tarea sencilla, pues como he mencionado, lleva ya siglos creando una mentalidad de “huérfanos a los niños”.

https://observatorio.tec.mx/edu-news/pin-parental-problemas

Por: Raúl Jorge Rodríguez Garza, Presidente de la Comisión de Filosofía de Gladium

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